Por Redacción

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó el retiro de topes en la Ciudad de México, luego de que se diera a conocer un estudio de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal, sobre que los topes provocan un incremento de emisión de partículas suspendidas contaminantes en un 300 por ciento.

El decreto presentado por el legislador perredista Víctor Hugo Romo Guerra, fue aprobado en una reunión de Comisiones Unidas de Movilidad y Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático.
La iniciativa, promovida por Romo Guerra, considera en materia de mitigación de gases de efecto invernadero que se tomen directrices como implementar un programa de modificación a los dispositivos de control de tránsito que considere el impacto ambiental, y al tiempo mejore la movilidad en la Ciudad de México.
Asimismo, recomienda emitir lineamientos que contemplen evaluaciones técnicas de impacto ambiental, para el diseño de la infraestructura y equipamiento para la movilidad en la ciudad.
Se emitirían, en coordinación con dependencias del Gobierno Capitalino y con las delegaciones, los mecanismos necesarios para hacer eficiente la circulación vehicular, mejorar la seguridad de los peatones y coadyuvar al cuidado del medio ambiente.
En la capital del país y en su zona conurbada se hacen cerca de 22 millones de viajes diarios, de estos el 90% se realizan en vehículos que usan diesel y gasolina, lo que contribuye a que la ciudad de México emita el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel nacional, además de aumentar la temperatura en un dos por ciento.
También, se determinó que no existe un conflicto entre el medio ambiente, económico, energético o de seguridad de las personas contra accidentes viales al retirar los topes de las vialidades al ser para el beneficio de la población.
Finalmente, en la reunión de Comisiones Unidas se destacó que actualmente existe un manual que indica el no colocar reductores de velocidad en vías primarías que data de 2001, por lo que las Comisiones consideraron necesario la actualización de estudios e instrumentos de diseño urbano para otorgar al peatón una mayor seguridad, reducir la contaminación y mejorar la movilidad.