Por: Redacción
El diputado Francisco Xavier Nava Palacios (PRD), presidente de la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas, apuntó que existen muchas trabas para la presentación, diseño y aplicación de las leyes. “Es un sistema complicado y prevalecen muchos intereses alrededor de los temas”, en particular para atender la realidad de los pueblos indígenas mediante un marco jurídico que resuelva su problemática.
“Hay experiencias legislativas exitosas como los acuerdos de San Andrés Larráinzar y posteriormente las reformas constitucionales sobre derechos y cultura indígena; aunque no llegaron a satisfacer en su totalidad a todos los grupos, sí fueron un avance importante”, aseguró.
Durante el Cuarto Conversatorio sobre “Interculturalidad: el reconocimiento de prácticas culturales en el México contemporáneo”, Nava Palacios reconoció que en una sociedad con tantos problemas como la nuestra, “dejamos de poner atención a temas trascendentales como la interculturalidad; debemos encontrar nuevas formas de convivencia basadas en el respeto”.
Abrir este tipo de diálogos permitirá centrar la discusión en este asunto y plantear ideas para mejorar el trato que se da a las diferencias que existen en la sociedad.
“Debemos ser conscientes de que las culturas interactúan permanentemente y nos generan enriquecimiento; por ello, expertos en la materia darán luz sobre la interrelación que existe entre ellas”, agregó.
Nava Palacios convocó a dirigentes de pueblos originarios a presentar propuestas y una ruta de trabajo para empezar la construcción de iniciativas, para evitar ir a experiencias de la última década del siglo pasado, en donde hubo un movimiento armado (Chiapas) para reconocer la realidad en un marco jurídico.
Resaltó la necesidad de que este proceso legislativo se base en una discusión nacional encaminada a definir leyes que reconozcan realidades sociales y ofrezcan soluciones.
Se comprometió a “dar seguimiento a los temas de los pueblos indígenas; establezcamos una ruta que coordine los trabajos, para encontrar y diseñar un esquema de colaboración. Cuenten con nosotros para hacerlo”.
Agustín Ávila Méndez, antropólogo e investigador del Colegio de San Luis Potosí, afirmó que el gran reto es aplicar la ley para garantizar y hacer efectivos los derechos indígenas en un ambiente que reconozca la diversidad cultural en México (interculturalidad). En los congresos locales “han hecho una legislación minimalista en materia indígena que no ha cambiado nada la situación y sólo siguen lo establecido por el Congreso federal”.
Además, se delegó a los estados definiciones sustantivas en materia de autonomía, autodeterminación, sistemas normativos y jurisdicción indígena.
Sostuvo que el Poder Legislativo es omiso al no diseñar un marco jurídico que atienda y resuelva los problemas reales de las comunidades tradicionales; la reforma al artículo 2 constitucional en 2001 no generó una ley reglamentaria, pese a que en estas zonas se encuentran el 50 por ciento del total de los recursos naturales más importantes y el 25 por ciento del agua disponible susceptible de utilizarse en el país.
Urgió a elaborar una Ley Federal de Consulta Indígena y una ley que reconozca a los pueblos étnicos como sujetos de derecho público, a fin de que actos y decisiones de sus autoridades sean reconocidos y válidos. Esta es la clave para reivindicar sus derechos a través de los consensos y organización, además de no criminalizar las prácticas tradicionales de sanación, cuyo patrimonio tangible e intangible deben reconocerse.
El doctor en antropología por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Elio Masferrer Kan, señaló que no se puede hablar de una cultura mexicana homogénea; por el contrario, existe un proceso de segmentación cada vez más fuerte en la sociedad, aunque cada grupo pretenda ser el que represente a todos.
Lo que tenemos es un proceso de “glocalización”, una combinación entre globalización y localización, donde los grupos étnicos tratan de reafirmar su identidad y sus propias posiciones.
Se requiere definir políticas culturales que respeten los distintos grupos que existen al interior de las comunidades y configurar nuevos espacios sociales en el campo político-religioso, que implicaría una reformulación en la hegemonía del Estado.
Declaró que recientemente el secretario de Educación Pública anunció que México será bilingüe dentro de 20 años; sin embargo, “nuestra nación es multilingüe porque se hablan más de 60 lenguas indígenas, vivimos en un país que tiene no sólo tradiciones indígenas, también africanas y europeas”.
La académica por la Universidad Autónoma de Guadalajara, Raquel Gutiérrez Nájera, destacó que hace falta una legislación que reivindique los derechos y el conocimiento de los indígenas; “saberes que vienen a cubrir espacios que actualmente la sociedad no nos da”.
Tenemos que repensar los sistemas jurídicos donde los indígenas sean detentadores del conocimiento originario y prácticas espirituales ancestrales, construir una sociedad donde exista complementariedad y donde la interculturalidad sea parte esencial en nuestra vida y “nunca más veamos a indígenas en las calles pidiendo limosna”.
Enfatizó que la interculturalidad ha sido uno de los temas poco explorados, debido a la prevalencia de un modelo nacional homogéneo que pretendía igualar a toda la población mexicana, “independientemente de nuestras raíces, culturas, lugares y conciencias; así es como comenzó a formarse nuestra sociedad y las regulaciones que apuntaban al control social de nuestras conductas”, finalizó.
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