Por: Redacción/
Tras calificar la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a su homólogo estadounidense, Donald Trump, como un acto abyecto, servil y repudiable, el Grupo Parlamentario del PRD y la dirección nacional del partido exigieron al primero apegarse a los principios constitucionales de política exterior de México, en lugar de colocar a nuestro país a los pies de quien no se ha cansado de infamarlo.
En un comunicado, reclamaron al Gobierno Mexicano que enarbole una política exterior de Estado que responda a los intereses de la Nación y no a esa clase de servilismos unipersonales. Lamentaron que López Obrador haya olvidado las ofensas del racista Trump contra el pueblo de México y sus inmigrantes en aquel país, hacia quienes ha generado odio y discriminación.
Repudiaron esa visita que en los hechos es un apoyo a las pretensiones reeleccionistas de Trump y porque López Obrador, con ella, da la espalda a los trabajadores indocumentados que ayudan a la economía mexicana con el envío de miles de millones de dólares en remesas. Porque ignora a los jóvenes beneficiarios del programa DACA que su “maravilloso amigo” quiere desaparecer, y olvida a los migrantes víctimas del COVID-10 que son marginados de los servicios de salud estadounidenses precisamente por la discriminación y racismo que promueve Trump.
La visita de López Obrador es un pago del Gobierno Federal a los supuestos favores que le hizo Trump y que en realidad no fueron más que chantajes a México, como no imponer aranceles a sus exportaciones a cambio de detener el flujo migratorio o no cobrarle ahora que Estados Unidos asuma la reducción en extracción de petróleo requerido por otros productores, que ya anunció después cobraría.
Este pago por los supuestos favores de Trump será inútil, ya que las tendencias electorales no favorecen a éste y porque su campaña es errática y va a la baja. Por el contrario, consideraron esta visita como un retroceso en la política exterior de México, al no seguir los principios constitucionalmente, pues el presidente López Obrador no hizo valer la voz de las y los mexicanos en el Congreso de Estados Unidos, sus cámaras empresariales ni ante sus universidades.
Apuntaron que, tal como lo previeron, esta visita sólo demostró que el gobierno de López Obrador es un abyecto servidor de los intereses de Donald Trump; también lamentaron que, con ella, México pierda nuevamente el liderazgo que históricamente había tenido en América Latina, pues no manifestó con entereza y firmeza las exigencias y necesidades de nuestro país y de la región.
“Para la izquierda democrática en México resulta de vital importancia entablar diálogos con todos los actores políticos, económicos y sociales en Washington, de tal forma de generar las sinergias necesarias para crear las condiciones que incrementen la inversión en nuestro país”, puntualizaron.
A la par de ello, se pronunciaron por generar mecanismos de cooperación para que los mexicanos en Estados Unidos gocen en plenitud de sus derechos políticos, económicos y sociales, de modo que no vivan bajo la amenaza de la deportación, porque ningún ser humano es ilegal.
“Para la izquierda democrática, México debe retomar su carácter de portavoz de América Latina y el Caribe, demandando respeto a la soberanía política y económica de todas las naciones de la región, exigiendo claramente el cumplimiento del principio internacional de no intervención en asuntos nacionales y fortaleciendo las relaciones con los organismos regionales de cooperación política, desarrollo económico y derechos humanos”.
Criticaron la sordera del presidente López Obrador a las voces de partidos políticos, empresarios, sociedad civil, académicos y migrantes de ambos lados de la frontera, que le manifestaron los riesgos de este encuentro y que, sin embargo, él se obstinó en realizar.
Por lo anterior, le exigieron apegarse a los principios constitucionales de política exterior y no a intereses de quien no es amigo de nuestro país, pues Trump sólo es amigo de sus intereses y acaso de los vasallos que le rinden pleitesía, como lo hizo López Obrador.
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