Por: Redacción/

La consulta regional sobre protección de refugiados y apátridas en América Latina y el Caribe comenzó este lunes en Brasil para consolidar las contribuciones de la región al Pacto Mundial sobre Refugiados que será adoptado por la Asamblea General en septiembre.

Durante la ceremonia de inauguración del encuentro, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, felicitó a los países de la región por mantener sus fronteras abiertas y haber contribuido durante décadas a la búsqueda de soluciones para los refugiados, los desplazados internos y los apátridas.

“Esta región ha sido pionera en la implementación de respuestas innovadoras a través de mecanismos complementarios, visas humanitarias, y arreglos nacionales y regionales de migración. Les pido que continúen haciéndolo, especialmente ahora, cuando los números de refugiados están aumentando”, dijo.

La reunión, en la que participan 36 países y territorios, evaluará los resultados obtenidos en América Latina y el Caribe en materia de protección internacional.

Esta evaluación tendrá como base la Declaración y el Plan de Acción de Brasil, adoptados en diciembre de 2014 por 28 países y tres territorios latinoamericanos y caribeños, consolidando avances en materia de asilo y trazando una agenda de actuaciones para los próximos diez años.

“Aliento a los países que aún no lo hayan hecho, a que se unan a los instrumentos de refugiados y de apatridia, y continúen ampliando las respuestas de protección a quienes los necesitan. Hay más historias exitosas sobre la inclusión de refugiados y la integración local en esta región que en cualquier otro lugar del mundo”, aseguró Grandi.

La región representa alrededor del 16% de los 65 millones de personas obligadas a dejar sus hogares debido a conflictos, guerras y persecuciones.

Durante las consultas, el Alto Comisionado presentará su borrador del Pacto Mundial sobre Refugiados, diseñado para abordar los vacíos que presenta el sistema internacional en la protección de los desplazados, y cómo superarlos a través de un apoyo más equitativo a los países y las comunidades de acogida.

La Asamblea General de la ONU encomendó a esta Agencia la tarea de este pacto en la histórica Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes, del 19 de septiembre de 2016. En esta, 193 gobiernos se comprometieron a forjar un sistema mundial más justo.