Por: Redacción/

Alumnos y profesores de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), conscientes del poder sanador de la palabra y de la necesidad de dar cuenta de lo ocurrido los días posteriores al sismo del 19 de septiembre, se congregaron en un conversatorio para crear un memorial sobre este suceso.

Durante la charla –organizada por los organizadores del Concurso de Historias de pueblos, barrios y colonias del poniente de la CDMX a cargo del doctor Mario Barbosa Cruz, docente del Departamento de Humanidades– fueron compartidas experiencias personales sobre el sismo respecto de la vida, la familia y la comunidad, además de la participación en brigadas y redes de apoyo a pueblos aledaños.

El académico destacó la necesidad de recuperar la memoria individual y colectiva de un suceso que “nos marcó de manera profunda y establecer un espacio de diálogo para contar lo que nos ocurrió, lo que hicimos y no hicimos, y en qué nos concentramos, ya que recuperar esa parte es muy importante para los demás, para que se conozca y quede una memoria hacia el futuro”.

El licenciado Enrique Ehecatl Omaña Mendoza, co-coordinador del proyecto, indicó que el grupo de profesores, alumnos y trabajadores de la Unidad, en colaboración con comunidades y colonias cercanas, tiene tres años llevando el registro de la memoria de esta parte de la ciudad.

En el caso específico del impacto del sismo, además de ir a las brigadas y levantar escombros, existe la necesidad de integrar un testimonial de lo que pasó en esta zona de la urbe y con la comunidad de la Unidad Cuajimalpa.

“Le estamos apostando a esto porque no hay tanta información, te enteras poco de lo que pasó en el día a día, pero estando en las brigadas de apoyo o en los centros de acopio podemos hacer visibles situaciones que no están siendo visibilizadas por los medios de comunicación tradicionales”.

Omaña Mendoza indicó que esta es la primera parte de un proyecto que pretende dar cuenta de lo ocurrido a través del registro en diferentes formatos: documental, fotográfico y escrito.

Por lo anterior convocó a las demás unidades de la Casa abierta al tiempo a formar parte del proyecto y a sumarse mediante un ejercicio de reflexión, crítica y acción para seguir tejiendo lazos entre la comunidad universitaria y su entorno.

“Este es un esfuerzo que está empezando en la Unidad Cuajimalpa pero nos gustaría mucho vincularnos con las otras sedes de la UAM, porque sabemos que esto nos pegó a todos de distintas maneras”, concluyó.