Por: Redacción
Un estudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG), revela que existen alteraciones neurológicas que pueden predisponer a la población infantil a desarrollar obesidad, alteraciones del sueño, talla baja o Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA).
En conferencia de prensa, el Jefe del Servicio de Neurología del HIMFG, doctor Eduardo Javier Barragán Pérez, quien encabeza la investigación, destacó que también se identificó que la alteración neuronal se puede tratar con medicamentos y terapia psicológica.
Acompañado por las doctoras Silvia Hidalgo Tobón, Investigadora de Resonancia Magnética, y Pilar Dies Suárez, Jefa del Departamento de Imagenología, del HIMFG, el doctor Barragán Pérez explicó que el estudio se llevó a cabo en un grupo de niños sanos y otro integrado por menores con obesidad, TDHA, talla baja o problemas de conducta o lenguaje, a todos se les practicaron diferentes estudios de imagenología para conocer el funcionamiento de su cerebro.
La doctora Pilar Dies Suárez indicó que al obtener los resultados en ambos grupos, se hizo una comparación de los tractos del cerebro, donde se observó que los niños con alguna patología sí presentaban un problema de conectividad cerebral.
Ejemplificó que los tractos cerebrales serían como las vías de comunicación encargadas de llevar la información a las diferentes áreas del cerebro, cuando no funcionan adecuadamente, el mensaje llega tardíamente, lo que limita el funcionamiento.
La especialista comentó la experiencia en el manejo de tratamiento médico en niños con TDHA con esta situación, a quienes se les prescribieron medicamentos y a un año de su tratamiento se observó una mejora significativa en el funcionamiento de los tractos cerebrales.
Ante lo expuesto, los especialistas recomendaron a los padres de familia que si observan conductas no adecuadas en sus hijos como agresividad, descontrol de sus impulsos, obesidad o talla baja, acudan al médico.
Subrayaron que es importante la detección antes de los cinco años de edad o bien durante la adolescencia, a fin de que el tratamiento tenga un mejor efecto.
Estos son los primeros hallazgos del estudio que aún tiene varias vertientes por investigar.
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