- La alta demanda de ese órgano, corazón e hígado está íntimamente vinculada por la prevalencia que tenemos de diabetes y su relación con la hipertensión arterial y la insuficiencia renal.
Por: Redacción/
La donación de órganos en nuestro país registra tasas extremadamente bajas en comparación con naciones con condiciones socioeconómicas similares y con la media reportada en América Latina, afirma el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Omar Sánchez Ramírez.
Por ejemplo, la de tipo cadavérica en 2019 fue de 3.78 por millón de habitantes, mientras que la media para Latinoamérica, 9.5. La tasa de trasplantes renales -tanto vivos como cadavéricos- es de 22.4 por millón de habitantes en México, en comparación con Argentina que es de 37.1; y en Uruguay, de 44.3. Cabe mencionar que en nuestra nación hay 273 centros autorizados para realizarlos, en Argentina 59, y en Uruguay sólo tres.
España y Estados Unidos, prosigue, tienen índices de 73.8 implantes de riñón por millón de habitantes, de acuerdo con datos del Global Observatory on Organ Donation and Transplantation.
Con motivo del Día Mundial del Trasplante -que se conmemora el 27 de febrero- el coordinador de Evaluación del Departamento de Cirugía en la FM explica:
La alta demanda de ese órgano, corazón e hígado está íntimamente vinculada por la prevalencia que tenemos de diabetes y su relación con la hipertensión arterial y la insuficiencia renal, “lo que nos crea un escenario preocupante porque rebasa las posibilidades de atención con otros recursos”.
Las intervenciones son, en numerosas ocasiones, la única salida que les queda a pacientes con enfermedades crónico degenerativas, con quienes se han agotado los recursos terapéuticos habituales, acota.
Hay trasplantes de órganos sólidos como son: riñón, hígado, corazón, intestino y pulmón, que son diferentes a los de tejidos como de la córnea y del músculo esquelético. Hay otros llamados combinados, en los cuales intervienen varios tipos de tejido, hueso y músculo, como la reposición de brazos y recientemente, de cara.
El costo del procedimiento e insumos para obtener un riñón de una persona fallecida era, hasta hace unos años, de aproximadamente 13 mil pesos, mientras que de un ser humano vivo, cerca de 130 mil pesos. Es importante recordar que el otorgamiento de un órgano es una acción altruista, señala el experto.
Urgen programas de calidad
Sánchez Ramírez y sus colegas Rubén Argüero Sánchez y Enrique Olivares Durán publicaron recientemente artículos en la Gaceta Médica de México donde exponen que, por ejemplo, el órgano más demandado en la nación mexicana es el riñón, representa 97 por ciento en la lista de espera de los tipo sólidos. De 2012 a 2019 el número de pacientes que recibieron un trasplante fue menor al de las personas registradas por primera vez en el listado.
El experto universitario señala que es frecuente atribuir las bajas cifras a la falta de cultura de donación, pero poco se voltea a ver el sistema de salud y la estructura médica para obtener los órganos y tejidos. “Es allí donde los españoles han insistido en que está el éxito de su actividad”.
En el país ibérico, prosigue, existe un sistema de salud único y se tienen identificados los hospitales en los que pueden obtener donación de órganos, por ejemplo en los que se atienden traumatologías. Además, hay equipos multidisciplinarios encargados de estos procesos, infraestructura y personal para hacer los estudios requeridos en el momento en que se presente.
“La respuesta de la familia a la solicitud de donación es solo un paso, de una serie de pasos muy importantes. El de la familia es la supuesta cultura, pero el resto compete a la estructura, a la organización y a las políticas para atender un programa. No existe un seguimiento de calidad en el que se vean y evalúen los procesos para obtener órganos, ver dónde se atora el problema. No hay programas de calidad”, expone.
Asegura que incluso México tiene más nosocomios autorizados para realizar la intervención, que Estados Unidos o España. “Se tiene la licencia, pero se hace muy poco, de tal manera que hay hospitales que no reportan donaciones o trasplantes a lo largo de los años”.
Sin embargo, remarca, hay instituciones destacadas en esta tarea como el Centro Médico Nacional La Raza, donde se efectúa el mayor número de trasplantes de corazón en nuestro país, además de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Cardiología número 34, en Monterrey.
También hay importante actividad de trasplante de riñón procedente de personas vivas en el Hospital Civil de Guadalajara y el Centro Médico Nacional Siglo XXI, además de entidades federativas como Guanajuato y Puebla; sin embargo, la demanda es alta.
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