Por: Estefania Morales y Patricia Ramírez
Alien Covenant, la continuación de un clásico del género ciencia ficción, desarrolla su trama 10 años después de la última expedición realizada en Prometeo, y a pesar de ser la película que respondería a sus seguidores todas las dudas de su antecesora, ésta se pierde, otorgando respuestas pero dejando vacíos en la nueva historia.
El director Ridley Scott, experto en clásicos de este género cinematográfico, retoma el proyecto que inició en 1979 con Alien, el octavo pasajero y continúo hasta Prometeo en 2012, sumado en su trayectoria la dirección de otras icónicas películas como Blade Runner (1982), Gladiador (2009), Hannibal (2001) y Exodus (2013), por mencionar algunas.
El inicio de Conevant presenta al nuevo elenco, de los cuales se puede resaltar la reaparición de Michael Fassbender esta vez como Walter, Katherine Waterston interpretando a Daniels, Danny McBride como Tennessee y el mexicano Demián Bichir como el Sargento Lope; pero es una introducción lenta y sin grandes sucesos durante la casi primera hora; la construcción de sus personajes y sus relaciones afectivas entre ellos no logran empatizar con sus espectadores, generando una tensión poco justificada.
Sin embargo, poniendo especial atención en la actuación de Fassbender, se le reconoce un excelente manejo al interpretar a dos personajes de la historia, contrario a sus compañeros que no enfrentaron mayor reto que ser parte de la tripulación.
Durante la búsqueda de Origae 6, un planeta condicionado perfectamente para ser colonizado, llegan a otro, donde los problemas inician cuando el primer alien surge del cuerpo de un miembro de la unidad, como es icónico en la trama, retomando con esta escena su esencia original.
También los enfrentamientos, los momentos sangrientos, el escenario espacial, los elementos en los que enfatiza la fotografía y los efectos especiales contribuyen a generar un ambiente ya conocido por los seguidores de la saga, ofreciendo así una especie de homenaje a la película original estrenada en 1979.
A pesar de la inconsistencia, Alien Covenant responde las dudas de los espectadores, tiene esos momentos inquietantes y escenas de acción entretenidas, satisface al retomar historias y personajes de antiguas entregas, pero se limita para dar mayor peso a la nueva tripulación y sus futuros obstáculos. Si bien, los seguidores esperan mucho de la nueva historia, puede generar una sensación de vacío en determinadas expectativas sobre el desarrollo de la trama aunque el final prometa continuar la saga.
Este nuevo trabajo de Ridley Scott redime al director de las anteriores películas que no tuvieron tanto éxito o aceptación por parte del público, pero a pesar de eso, nuevamente no se acerca ni un poco a la genialidad que alcanzó la primera, marcando un canon en el género y la industria del cine en general.
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