Por: Redacción/
Más de un millón y medio de libros con testamentos, escrituras e instrumentos notariales en riesgo latente de volver a colapsar por la estructura débil en el Archivo General de Notarias, a consecuencia de los sismos del año pasado, alertó hoy el diputado del GPPAN, Diego Garrido López.
Para el Presidente de la Comisión Registral, Notarial y Tenencia de la Tierra, es necesaria una inyección presupuestal para 2019.
“Necesitan de nuevos anaqueles y necesitan mucho personal para organizar tal volumen de libros; esta situación ha ocasionado una parálisis en trámites por más de un año”.
En este sentido, Garrido López delineó una estrategia para contrastar los rezagos técnicos – operativos del acervo.
Habló de ayudar al Archivo General de Notarias a tener los insumos necesarios para reubicar, acomodar y reinstalar el archivo que aún se encuentra colapsado derivado del S19.
Señaló que es urgente coadyuvar con el Colegio de Notarios para el seguimiento diario de labores para que se reactive el servicio al público y garantizar la protección de expedientes patrimoniales.
Aprovechó para pedir al jefe de Gobierno, José Ramón Amieva Gálvez, dotar de las herramientas necesarias al Archivo General de Notarías, a fin de reactivar la atención a favor de la seguridad patrimonial.
“Debemos reconocer el trabajo del personal del Archivo General de Notarias; son causas ajenas a su competencia lo que está ocasionando el colapso en la materia. También debemos reconocer al Colegio de Notarios que ha donado estantes y proporcionado alimentos a más de 200 jóvenes voluntarios que ha proveído el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) para esta labor de reacomodo”.
De acuerdo al gobierno central, existe un rezago de 30 mil trámites y por tanto, la imposibilidad de recaudar cerca de 45 millones de pesos.
Siendo esta, indicó, una problemática directa a temas de escritura, testamentos, poderes empresariales y actas constitutiva de sociedades.
“Se encuentran en riesgo dado que no se tienen sistemas anti-incendios que salvaguarden la integridad de los libros, no se cuenta con mecanismos para combatir la fauna nociva como roedores y polilla que afectan los libros, ni medidas para mitigar alguna inundación o cualquier otra eventualidad”.
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