Por: Redacción
El coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la ALDF, Armando López Campa, advirtió que, a causa del abandono del campo, el maíz nativo del Valle de México corre el riesgo de desaparecer ya que de las 12 mil hectáreas de cultivo que había en los años ochenta, ya sólo existen menos de 4 mil.
En busca de una solución a este problema, el diputado ciudadano anunció la celebración del Foro “Realidad y Retos del Maíz Originario y la Agricultura Orgánica en la Ciudad de México”, el próximo martes 30 de agosto, en el auditorio Benito Juárez de la Asamblea Legislativa, donde se tiene confirmada la participación de expertos en el tema así como de los secretarios de Desarrollo Social, José Ramón Amieva, y de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Rosa Icela Rodríguez Velázquez.
En conferencia de prensa, reveló que el maíz nativo de la Cuenca del Valle de México ha sido uno de los productos más afectados por el abandono del campo, por lo que la producción del mismo se ha visto mermada considerablemente, alcanzando un récord no mayor de 400 mil toneladas de maíz al año.
Recordó que hacia la década de los años ochenta, la situación ambiental de la Ciudad de México estaba al borde del desastre ecológico y como parte de las medidas adoptadas para atenuar los daños, en 1986 más de la mitad del territorio capitalino fue declarado Área de Reserva Ecológica, medida con la cual se pretendió inútilmente detener la presión de la urbe sobre las zonas protegidas y estimular la producción en el campo de la Ciudad.
López Campa aseguró que la pérdida de suelo agrícola junto con la deforestación han tenido efectos multiplicadores en el entorno ambiental por lo que la biodiversidad se ha visto afectada por el proceso de expansión urbana hacia el campo principalmente por dos factores: primero, por las políticas de desarrollo rural que no han generado condiciones óptimas que dinamicen al sector agrícola local y con ello arraiguen a su población; y segundo, por las políticas de desarrollo urbano que se han caracterizado por ser deficientes en materia de control y ordenamiento territorial-urbano, priorizando a grupos inmobiliarios.
“De esta forma, se ha afectado la parcela que produce el maíz nativo, producto alimenticio que forma parte de la canasta básica y que es utilizado, entre otros, para la producción de almidones y como insumo para la elaboración de aceites, barnices, pinturas, caucho y jabones”, indicó.
Entre las acciones a seguir para rescatar el maíz nativo, propuso una reorientación del gasto público que se destine al campo; generar políticas públicas idóneas a las necesidades de los campesinos y productores; no aplicar recortes de gasto público en programas sociales y productivos; no despojar a campesinos y productores de tierras y aguas por parte de autoridades o grandes empresas inmobiliarias, así como no cancelar programas de apoyo técnico y de investigación.
Precisó que 80% de los alimentos que se consumen en la Ciudad proceden de otras entidades o se importan; casi el 90% de la producción agrícola se realiza en condiciones de temporal y 80% de la superficie cultivable corresponde a cultivos cíclicos principalmente de avena forrajera y maíz.
“En México se conocen aproximadamente 67 razas de maíz y se sabe que existen más de 2 mil variedades, gran cantidad de ellas son originarias de la Ciudad de México. Entre las principales variedades encontramos el arrocillo, el cacahuacintle, el cónico y el chalqueño”, expuso.
Citó que la población económicamente activa ocupada en actividades agropecuarias asciende a unas 16 mil personas distribuidas en 11 mil 543 unidades de producción familiar, mientras que unas 22 mil 800 hectáreas de tierra se dedican a la producción de cultivos principalmente en las Delegaciones Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco. Producen maíz, frutales, hortalizas y animales para consumo familiar.
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