Por: Redacción/
El lenguaje no fue una barrera para que ginecobstetras del Hospital General de Zona (HGZ) 2A Troncoso del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieran a Fabiola Jiménez, mujer sordomuda de 28 años de edad, para dar a luz a una bebé de 3 kilogramos de peso, esto a través de la Sala de Atención Amigable.
Esta herramienta permite a las pacientes estar acompañadas por algún familiar en todo momento, además se les enseñan ejercicios de respiración que les disminuya el dolor durante el trabajo de parto, y se les empodera en el sentido de ser libres y tener el derecho en su vida reproductiva y a ser madres.
Fabiola Jiménez estuvo acompañada en todo momento por Carmen Hernández, su suegra, quien sirvió de traductor a médicos, enfermeras y especialistas sobre los síntomas y estado en el que se encontraba la joven madre al ingresar al hospital el pasado 7 de agosto.
El doctor Erick Gómez Ozuna, jefe del servicio de ginecología y obstetricia de este hospital comentó que Fabiola tuvo un embarazo de alto riesgo; dijo que con los cuidados necesarios y la vigilancia médica continua, a las 17 horas dio a luz a un bebé de manera natural y sin anestesia.
Con ayuda de su suegra, Fabiola expresó que antes de iniciar la labor de parto sintió miedo porque no sabía cómo iba a ser ese proceso, sin embargo, el estar tranquila, atendida y acompañada en la sala de Sala de Atención Amigable por doña Carmen e Itan Morales, su esposo, sintió que todo saldría bien.
Itan, de 26 años, quien es sordomudo desde su nacimiento, expresó que tener a su pequeña en los brazos lo hace sentir muy dichoso y feliz, y él se encarga de lavar, planchar, bañar y atender en lo que más pueda a su bebé.
Ambos agradecen a los médicos y enfermeras del Seguro Social por el trato que les dieron desde su ingreso, por el apoyo que recibieron en todo momento, pero sobre todo, por no discriminarlos debido a su condición.
El doctor Gómez Ozuna, explicó que la discapacidad de Fabiola se debe a la meningitis –inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro- que padeció a los 4 años de edad, enfermedad que le provocó la pérdida del oído, restricción del habla y baja visión.
Agregó que la discapacidad que padece esta joven pareja sirvió como puente de unión para la capacitación que recibió Fabiola de cómo amamantar al bebé, se reforzó el momento del alumbramiento y se fomentó el apego entre madre e hija.
El ginecobstetra del HGZ 2A Troncoso precisó que la recién nacida se someterá a diversos estudios para descartar algún problema auditivo debido a la herencia de Itan, su padre.
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