- Tradicionalmente la política hegemónica norteamericana ha apoyado a Israel, debido principalmente al poderoso lobby israelita y a que ciertamente son los dueños de los capitales más grandes del mundo.
Por: María Manuela de la Rosa A./
La tensión en Medio Oriente continúa e inexorablemente se va desvelando la cruenta realidad de la crisis humanitaria en Palestina, donde la población civil sigue presa de la disputa por los territorios ocupados. Décadas de conflicto y no hay esperanza de que la situación mejore, puesto que ninguna de las partes está dispuesta a ceder.
Tradicionalmente la política hegemónica norteamericana ha apoyado a Israel, debido principalmente al poderoso lobby israelita y a que ciertamente son los dueños de los capitales más grandes del mundo.
Sin embargo, los estadounidenses, antes a favor del imperio, hoy están dando muestras de solidaridad con las causas de los menos favorecidos y tal es el caso de los palestinos. Por lo que no resultó extraño que el pasado 2 e mayo miles de personas se manifestaron en Nueva York, en el distrito de Queens, considerado el lugar de mayor diversidad del mundo.
La marcha a favor de la causa palestina fue convocada por Within Our Lifetime y NY4Palestine, organizaciones a favor de Palestina, que lograron una gran asistencia, contraponiéndose a la política del actual gobierno de Biden, abiertamente a favor de Israel. Indicador de un posible problema interno si sigue ese rumbo.
A este marcha la precedieron enfrentamientos entre pro-israelitas y personas a favor de la causa palestina. Aunque no podemos soslayar el hecho de que es muy posible que Hamás esté detrás de estos movimientos y sería muy grave para la seguridad interior de los Estados Unidos, que grupos terroristas estén haciendo trabajo de proselitismo dentro de su territorio. El trauma causado por el ataque a las torres gemelas sigue muy presente en la conciencia norteamericana. Hoy día actos terroristas serían motivo de máxima alerta mundial.
Y si bien Biden se ha decantado por apoyar el derecho legítimo del pueblo israelita a defenderse, el apoyo demócrata en el Congreso se atenúa cada vez más. Incluso el senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, considerado pro israelí, expresó su preocupación por los ataques en Gaza, por lo que pidió una rendición de cuentas completa a Israel.
Por otro lado, Bernie Sanders, principal rival de Biden en la carrera presidencial, dijo que esta situación es inconcebible y que se debería evaluar detenidamente la ayuda militar que cada año se da a Israel y que suma casi 4 mil millones de dólares.
Sin duda alguna el presidente Biden está ante una gran encrucijada de su gobierno y esta crisis debe ser solventada a la brevedad, porque además los republicanos sacarán raja de ello, distrayendo a Biden de sus objetivos primordiales para llevar a los Estados Unidos al liderazgo mundial.
Problema humanitario.
En Gaza gente no tiene luz, ni agua y lo más lamentable es que una buena parte ha perdido sus hogares. La Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNIFEF) ha señalado que unas 800,000 personas no tienen agua potable.
La portavoz de la OMS. Margaret Harris, pidió que se permita el acceso a la zona para que entre personal de la organización con suministros y medicinas, aunque dada la gravedad de la situación, el área ha sido sobrepasada por la cantidad de heridos.
Hasta el momento se han registrado oficialmente 243 palestinos muertos y 13 israelitas, pero es muy probable que el número sea mucho mayor.
Los bombardeos han convertido sus casas en escombros. Mujeres, niños y ancianos se encuentran a la deriva, mientras se negocia un alto al fuego, aunque por lo pronto el suspenso reina en toda esa región. Generaciones enteras han sufrido y pagado con sangre por esta disputa, que no ha dejado otra cosa que odio, dolor y muerte en la población israelita y palestina, sin que hasta ahora la comunidad internacional haya hecho otra cosa que lamentarse, emitiendo pronunciamientos diplomáticos y actuando de soslayo a través de sus agencias.
La ley del más fuerte.
Recordar que la franja de Gaza, de unos 385 kilómetros cuadrados, es gobernada por el grupo terrorista Hamás. Es una diminuta parte de Palestina que colinda en 51 kilómetros con el suroeste de Israel y en 11 kilómetros con el noroeste de la Península del Sinaí (Egipto). Sin embargo, no sólo Gaza, sino todo el territorio palestino, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán, son territorios ocupados por Israel desde 1967 y es un territorio que tiene un bloqueo militar desde el 2007 por parte de Israel y Egipto.
Pero la intención de Israel de apropiarse de todo el territorio palestino se ha hecho patente desde 1948, cuando se creó el Estado israelita, que sin embargo 28 estados miembros de las Naciones Unidas no reconocen oficialmente.
El problema de la migración.
Más de 100,000 personas han tenido que huir de sus casas en la franja de Gaza. Y este problema aumentará las filas de la migración hacia otros países. Como sucedió en el 2014, cuando la gente se desplazó hacia el sur en la zona fronteriza con Egipto.
En esta ocasión, a pesar de los bombardeos y del riesgo permanente de sucumbir, cientos de personas decidieron salir hacia la frontera con Israel, donde hay una escuela instalada por la ONU, en el campo de refugiados de Jabalia, donde ya hay cientos de personas que han huido del terror de la guerra, según informes de la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), que entre otras acciones, está tomando medidas para prevenir la propagación del Covid-19.
La gente viaja a pie, en coches, en carretas, caballos, burros, o como puede, lo importante es salvar la vida y salir de Gaza, corriendo el riesgo de no alcanzar su destino.
Esta migración comenzó desde 1948, por lo que muchos palestinos son ahora ciudadanos en Israel, considerados ciudadanos árabes.
La Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), estima que hay alrededor de cinco millones de refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza, a quienes la organización proporciona servicios sociales, de salud, educación y de emergencia. La cifra es preocupante, ya que la población total de Palestina apenas roza los cinco millones.
Para dimensionar un poco el problema, considerar que en el mundo ACNUR estima que hay unos 26.5 millones de refugiados en el mundo, por lo que el 18.86% de ellos son palestinos. Uno de los países más pequeños del mundo impacta el total de refugiados, así que es un problema de interés internacional, puesto que dos países en conflicto inciden en la problemática global.
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