Al revisar el edificio derrumbado escuchamos un quejido. Repetimos entre nosotros ‘¡silencio!’ y pusimos atención, una persona gemía. En ese momento, el peligro y el miedo se hicieron a un lado, había un superviviente. Trabajamos de las seis de la tarde a las cinco de la mañana para sacar a la joven, recordó Adrián Pérez, miembro de los Topos, en la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM.
Para retirarla cavamos por abajo, era un hueco estrecho; con un reflector nos iluminamos y un paramédico estableció contacto con ella. Esto fue un cambio de esperanza, valía la pena moverse, meterse y escurrirse por el pequeño espacio para salvar a alguien.
De esta manera nos animamos, tomamos fuerzas de nuestras debilidades y surgió este grupo de rescate, enfatizó el conferencista en el Taller de Verano Irrupción en el Paisaje, organizado por la Unidad Académica de Arquitectura del Paisaje (UAAP) de la FA.
Así, Adrián Pérez junto con Óscar Guevara Martínez, también topos, conversaron con los estudiantes para destacar la importancia de seguir las reglas de seguridad al levantar un inmueble.
Una responsabilidad social
El movimiento telúrico de 1985 quedó en la memoria y dejó cicatrices tremendas, pero significó otra forma de rehacer la ciudad y generó nuevas técnicas para configurar estructuras, dijo Honorato Carrasco, secretario general de la FA.
En su oportunidad, Michelle Meza, coordinadora de la UAAP, mencionó que fue un evento que no sólo sacudió al DF, sino al país, y trajo dolor. “A 30 años de distancia, con este taller buscamos reflexionar como constructores, porque estamos involucrados en los entornos habitables. Además, como diseñadores urbanos tenemos el compromiso de saber la historia de dónde estamos parados”.
Por su parte, Guevara Martínez agregó que los primeros lineamientos de protección civil surgieron con el Tratado de Ginebra en 1949, para proteger vidas, bienes y el ambiente. En este aspecto, el arquitecto debe visualizar los efectos sísmicos en una estructura.
En nuestra labor como topos nos toca inspeccionar la seguridad de los edificios. En todos los casos hacemos recomendaciones como colocar cinta antiderrapante en cada escalón o instalar extinguidores.
El director de la edificación tiene la responsabilidad de observar estas indicaciones, aunque a veces, por ahorrar presupuesto, las soslayan, finalizó.
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