Por: Aldo Herrera
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, pretende alterar los indicadores de medición de la pobreza que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) que hace el INEGI para incluir los falaces resultados de los “supuestos” beneficiarios de programas sociales, señaló el Senador Alejandro Encinas Rodríguez.
Consideró el Senador Encinas, que de implementarse esta estrategia, los resultados de la medición de la pobreza y de la ENIHG carecerían de credibilidad y las sustituirán por una medición “a modo” de programas y padrones de beneficiarios de Prospera, antes Oportunidades y Solidaridad, que históricamente han sido utilizados por los partidos políticos de manera discrecional y con fines electorales, aunado a las reglas de operación de programas que maneja la Secretaría de Agricultura, que sólo benefician a las empresas y no llegan a los productores.
Recordemos, enfatizó el Senador, la denuncia que realizó por el desvío de más de 850 millones de pesos registrados en el programa Cruzada Nacional contra el Hambre. Esta denuncia se sustentó en la información de la Auditoría Superior de la Federación y de los videos que recibimos de un empleado de la SEDESOL, videos que motivaron varias denuncias ante la Secretaría de la Función Pública, de la Procuraduría General de la República, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.
Desafortunadamente a la fecha no se ha informado de la detención o responsabilidad de algún funcionario que pudiera estar malversando el dinero del erario. Como en otros tiempos y casos, impera la impunidad y la corrupción, abundó el legislador.
Mencionó que en este contexto se da el informe del Coneval, respecto al primer trimestre de 2015, informe que revela cifras alarmantes de las condiciones de vida de las y los mexicanos; así como de los resultados absurdos del programa estrella de la administración de Enrique Peña Nieto, Cruzada contra el Hambre, impuesta en poblaciones donde no hay empleo, la gente vive del autoconsumo y el acceso a la alimentación es escaso.
Señaló el Senador Encinas Rodríguez que las cifras de la pobreza son inquietantes y muestran las carencias de más de la mitad de la población en México, donde una cuarta parte de los mexicanos no tienen acceso a la alimentación, lo que puede traducirse en el fracaso rotundo de las políticas públicas, supuestamente encaminadas a reducir este rezago y peor aún, la articulación de este flagelo con otros problemas que vive México, el aumento de la violencia, la inseguridad y el crimen organizado.
Este informe refleja que las y los mexicanos en condiciones de pobreza no tienen acceso a la educación, a los servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación. Vale la pena señalar dijo el legislador que el acceso a los servicios de salud es nulo para el 21.5 por ciento de los mexicanos; su equivalente es de 25.3 millones de personas, siendo Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla y Chiapas, los estados más afectados.
Reconoció el Senador Encinas la metodología implementada por Acción Ciudadana frente a la Pobreza, quien realiza una infografía que muestra que en Oaxaca la población en pobreza extrema ha aumentado un 8% del 2012 al 2014, mientras que Morelos es el estado en que se registra el mayor aumento de pobreza por ingresos dejando a un 58.4% de su población en estas condiciones durante el 2014.
Por otra parte 457 mil 143 coahuilenses no contaron con acceso a servicios a la salud en el 2014, lo que los colocó como el estado con mayor aumento de esta escasez en los últimos años y los sudcalifornianos sufrieron un aumento que llevó al 47% de la población a no tener acceso a la seguridad social.
En este análisis, indicó el legislador mexiquense, una persona en pobreza extrema tiene al menos tres carencias sociales y su ingreso mensual está por debajo de una Línea de Bienestar Mínima, que incluye sólo la canasta alimentaria.
Es decir, 1,242 pesos mensuales para zonas urbanas y 868 pesos para áreas rurales. Subrayó que en los dos primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2014, la población mexicana en pobreza aumentó dos millones, de 53.3 millones de personas en condición de pobreza que había en 2012, dos años después hay 55.3 millones.
Esto significa que 46.2% de toda la población en México tiene un ingreso por debajo de la línea de bienestar Sin embargo, la carencia por alimentación creció, pues en 2012 afectaba a 60.6 millones y en 2014 a 63.8 millones.
Ante estos resultados es evidente la nula articulación entre los programas federales encaminados a disminuir la pobreza, la negligencia para incorporar la propuesta de expertos y de organización de la política de desarrollo social y la imposibilidad del Estado para garantizar los estándares mínimos de bienestar para las y los mexicanos, concluyó el Senador Encinas Rodríguez.
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