Por: Redacción/

Narraciones a lápiz y tinta del ilustrador mexicano Uriel Pérez llegaron a la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en forma de breves e insólitas viñetas determinadas por un carácter sombrío.

31, exposición de un relato oscuro –inaugurada el pasado 6 de marzo en la Biblioteca Dr. Miguel León-Portilla– presenta la labor de un artista inspirado en la gráfica mexicana para retomar la historieta plasmando espacios y atmósferas únicos, lúgubres y tenebrosos que evocan escenas del cine expresionista alemán.

Una historia pictográfica de amor-ficción poco usual y de apariencia caótica, extraña e inverosímil surge en pasajes enmarcados en la poderosa tinta negra y con gran dominio de la técnica por el autor, quien resuelve en 31 imágenes la situación de un joven abrumado por la tranquilidad del entorno y la soledad, además de consumido por una figura femenina bestial, satírica e ingeniosa.

Cada personaje posee características peculiares y un estilo de gran factura marcado por gestos hoscos, agudos, profundos, distorsionados y de enorme expresividad para dar cuerpo a storyboards con ilustraciones que denotan la estilística del artista y, mediante líneas descriptivas poco usuales, Uriel Pérez logra crónicas lóbregas que encuentran su cauce en un universo alucinante y fantasmagórico.

Algunos bocetos y ensayos muestran la evolución en la producción: dibujos, marcas de corrección y momentos distintos del proceso de creación de las historietas, en tanto que el uso de planos y la economía de texto reafirman el potencial expositivo, que con escasos recursos construye ficciones de gran fuerza a tinta.

Los trabajos –expuestos hasta el 30 de abril en el Puente de Cristal de la referida sede universitaria– emanan de la improvisación y del ejercicio anual convocado por el ilustrador Jake Parker, una iniciativa global que ha crecido y replicado por creadores: el desafío llamado Inktober consiste en elaborar un dibujo diario –treinta y uno en total– durante el mes de octubre para mejorar las habilidades de ilustración.

Con esa misión, Pérez realizó una estancia en Valencia, España, en 2015, por lo que cada día “me di a la tarea de plasmar mi obsesión por las calaveras de la gráfica mexicana y ahora buena parte de ese trabajo está distribuido en España, Estados Unidos y México, así que lo más gratificante surgió al finalizar la experiencia”.

El licenciado y maestro en Diseño y Comunicación Visual por la Universidad Nacional Autónoma de México improvisó una historia en 2016 derivada de dicho ejercicio artístico, así como de sus obsesiones y manías resueltas en papel, al abordar “un relato negro inspirado en el tono oscuro de la tinta que espero lo disfruten, tanto como yo gocé al realizarlo”.