Por: Redacción

En el marco de la 136º Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) fue adoptada de manera unánime la resolución denominada “Promoviendo la cooperación internacional en materia de Objetivos del Desarrollo Sostenible, particularmente sobre la inclusión financiera de mujeres como motor de desarrollo”. La resolución fue promovida de manera conjunta por la Senadora Gabriela Cuevas Barron y N.K. Premachandran, miembro del Parlamento de India y su contenido vincula a los 171 países que conforman a la organización.

El objetivo es impulsar y desarrollar políticas públicas y estrategias nacionales e internacionales que permitan la inclusión de las mujeres en los sistemas financieros. “Según un estudio de la International Finance Corporation, en casi 90% de 143 países, los marcos jurídicos aún establecen diferencias legales entre hombres y mujeres, aunado a que 1.1 mil millones de mujeres aún no tienen acceso a una cuenta bancaria. La brecha de bancarización continúa siendo de 7% a nivel global. Es decir, el 58% de las mujeres tiene una cuenta en comparación con el 65% de los hombres”, destacó Cuevas Barron.

Después de dos años de trabajo para impulsar esta propuesta, la Senadora enfatizó que “si realmente queremos que las mujeres puedan tener mayor autonomía, mayores decisiones y mayor participación en la comunidad, sin duda esa agenda pasa por su empoderamiento y capacidad económica y eso no sólo va a cambiar la vida de las mujeres sino también la de sus hijos y por supuesto, la de nuestras comunidades y países”.

La Legisladora mencionó que “según un estudio de Mckinsey Global Institute, si las mujeres tuvieran el mismo nivel de participación económica que los hombres, contribuirían a incrementar el PIB mundial en 26% para 2025. Por lo que urge que los parlamentos a promuevan reformas que garanticen el derecho equitativo de las mujeres a los recursos económicos y a los servicios financieros”.

En este sentido, la inclusión financiera de las mujeres es considerada por la Agenda 2030 como un motor del desarrollo para terminar con la pobreza, contribuye al crecimiento económico equitativo, posibilita el empoderamiento económico de las mismas y promueve el bienestar y desarrollo de sus comunidades. La participación de las mujeres en el contexto rural es clave para promover la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible.

Entre los principales resolutivos del documento adoptado por la Asamblea General de la UIP, se exhorta a los países miembros de la organización a eliminar las barreras legales y culturales que discriminen a las mujeres y a construir un ambiente favorable para asegurar su inclusión financiera y su participación en el mercado laboral; a facilitar el acceso de mujeres y niñas a programas de educación financiera, así como el uso de las tecnologías; a promover, con el sector privado, el acceso de las mujeres, particularmente en el ámbito rural, a productos financieros innovadores y de bajo costo para promover el ahorro y el emprendimiento.

De particular importancia, resulta la necesidad de contar con diagnósticos nacionales que permitan el diseño de políticas públicas que atiendan las causas estructurales que impiden el pleno empoderamiento económico y social de las mujeres. En todos estos esfuerzos, la participación coordinada de los parlamentos, los gobiernos, el sector privado, particularmente del sector financiero, y de la sociedad civil es fundamental.

Al respecto, la Senadora Gabriela Cuevas resaltó que de acuerdo con datos de la CEPAL, la tasa de recuperación de las entidades financieras alcanza hasta un 90.5% cuando sus clientes son mujeres, por lo que debe promoverse el acceso a programas de crédito formal, considerando que únicamente 9.6% de las mujeres en el mundo recurre a alguna institución financiera para solicitar un préstamo.

“Esto no significa que las mujeres no pidan créditos, por el contrario, su endeudamiento proviene principalmente de fuentes no formales: los países en vías de desarrollo alcanzan un 22% en créditos informales y sólo 8% en créditos formales. Todas estas cifras se explican por las constantes barreras legales y sociales que las mujeres enfrentamos ante el uso de productos financieros. De acuerdo con la OCDE, en 2% de los países existe algún tipo de restricción legal contra el uso formal de dichos servicios, y en por lo menos 40% de los países, distintas prácticas culturales o religiosas limitan su acceso”, remató la Legisladora.

Y aunque desde 2010, más de 55 países tienen un comité de inclusión financiera y más de 30 han desarrollado estrategias nacionales e impulsado reformas en la materia, Cuevas dijo que “aún hace falta impulsar y materializar reformas que integren a 2.5 mil millones de personas sin acceso a una cuenta bancaria, de las cuales 1.1 mil millones son mujeres”.