Por: Redacción
En México, el 30 por ciento de la población padece fascitis plantar, es decir, inflamación del tejido grueso en la parte inferior o planta del pie, debido a la falta de estiramiento al caminar o al practicar ejercicio, subrayó la médica María del Carmen Ruíz, adscrita de Servicios de Ortopedia y Traumatología del Hospital General de México (HGM).
Advirtió que, en caso de no ser atendida en forma adecuada, esta enfermedad se puede volver crónica.
En entrevista explicó que al tejido grueso que se ubica en la planta del pie se le conoce como fascia plantar. Es una banda de tejido elástico que se extiende desde el talón y conecta el calcáneo con los dedos, a través de la zona metatarsal. Se encarga de dar la forma al arco de esta extremidad.
Esta estructura tiene una función esencial en el caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco plantar, y de absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo. Además, protege los metatarsianos al evitar exceso de flexión de los dedos.
La lesión es la más común entre los deportistas y se desarrolla sobre todo en corredores de fondo o en jugadores de baloncesto, por tener que hacer largas carreras sobre una superficie irregular.
Se presenta en hombres y en mujeres, principalmente adultos jóvenes que comienzan a practicar ejercicio, pero sin calentamiento o estiramiento previo, así como a partir de los 45 años de edad.
Los síntomas de la fascia plantar o aponeurosis es dolor en toda la planta del pie, aunque en algunas ocasiones se puede presentar con más intensidad en el talón, debido a que en esa zona se estira la fascia, por lo que puede confundirse con un espolón calcáneo. También se le asocia con sensación de calor e hinchazón.
La especialista agregó que para detectar esta patología se debe realizar una radiografía y exploración física que permitan determinar el engrosamiento y endurecimiento de la tela de la fascia.
Detalló que existen varios tipos de tratamiento: aplicar hielo local o compresas frías durante 40 o 45 minutos cada dos horas, practicar ejercicios de rehabilitación para el estiramiento de la fascia plantar y tomar medicamentos o utilizar tópicos, como pomadas, según lo indique el médico.
En caso de que esta patología se convierta en crónica, se inyecta medicamento en la parte afectada, se aplican ondas de choque o láser de alta potencia.
Si el paciente no mejora, añadió, se recurre a tratamiento quirúrgico para cortar la fascia plantar y lograr el estiramiento adecuado, aunque las consecuencias pueden ser el descenso del arco o la aparición de pie plano y dolor postquirúrgico.
Para evitar que la fascitis plantar aparezca, María del Carmen Ruíz recomendó utilizar zapatos cómodos de suela de goma o tenis adecuados, y evitar los que tienen tres milímetros de grosor, mejor conocidos como flats, además de realizar estiramientos en todo el cuerpo antes de comenzar algún ejercicio.
De los flats, explicó que este tipo de calzado es inadecuado porque es mayor la carga de peso que se ejerce en el pie, debido a que no hay amortiguamiento, pero en caso de usarlos se les debe colocar una plantilla de gel-silicón para mejor impacto.
Por último, comentó que sí se puede prevenir esta patología, pero se debe de atender oportunamente, de lo contrario con los años habría complicaciones como dolor de rodillas y en la cadera, desgaste articular prematuro o deformidades en los pies.
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