Por: Redacción
Venom es con mucho una de ésas bandas de metal que han sobrevivido al mito de sí mismos. Con un paso firme a lo largo de más de tres décadas de trayectoria, el grupo encabezado por Cronos y orgullosos creadores de un género como es el Black Metal nuevamente llegarán a México para presentarse en completa exclusiva para sus numerosos fans de la Ciudad de México el próximo Viernes 02 de Septiembre para consolidar su leyenda en tierras mexicanas.
Será además la oportunidad de conocer su nuevo material titulado “From The Very Depths” que tan buena respuesta ha tenido entre los fans y la crítica especializada, cuyo primer sencillo “Rise” causó conmoción en el mundo en tanto que se trata de una vuelta a los orígenes que los hicieron grandes.
El grupo sigue encabezado por su líder Cronos en la voz y en el bajo, acompañado por Rage (guitarra) y Dante (batería), quienes han completado la banda en los últimos años. Cronos ha manifestado que el álbum es “perfecto” y que “muestra realmente a la banda madurando en una imparable fuerza de puro black metal”. Este nuevo disco en su carrera es importante porque esta banda es icónica, inspiradora y genial, pero primitiva.
Tan pronto ocurrió que su inspiración se esparció, técnicamente fueron superados y durante unos cuantos discos, opacados. Pero el tiempo, como a cualquiera, les ha permitido crecer y la línea de eficiencia se ha cruzado con la de la propuesta, alcanzando nuevamente un nivel de clase. Y ésa distinción se nota en su nueva placa.
En 1981 una banda británica lanzó al mercado un álbum muy extraño. Se llamaba “Welcome to Hell”, una obra de heavy metal que lograba proyectar un sonido punk latente muy particular y con canciones que podían ser descritas como un ruido infernal que atraería a una jauría de seguidores sedienta de la música extrema y la lírica llena de alabanzas satánicas que ofrecía el disco.
Era diferente con toda intención. Todos los músicos querían sonar como las bandas de éxito del momento, querían ser Iron Maiden y Judas Priest pero con un sonido propio.
La banda que trajo consigo la bienvenida al infierno se llama Venom, un power trio formado por el bajista/vocalista Cronos, el guitarrista Mantas y el baterista Abbadon, no se trataba de músicos virtuosos de ninguna manera, eran solamente unos tipos inconformes con el heavy metal del Reino Unido y que tenían la determinación de cambiar el modo en que se realizaban las cosas excediendo los estándares permitidos por el estilo tradicional que limitaba la escena metal. Su misión era el exceso, ser más pesados que Motorhead, más oscuros que Black Sabbath, visualmente más impactantes que Judas Priest y con un espectáculo que pudiera rivalizar con Kiss.
Resultaba una misión pretenciosa tomando en cuenta que desarrollaron esta ambición antes de ser una banda, pero lo cierto es que lo lograron y la reputación de satanistas que se ganaron al comienzo de su carrera sólo logró hacer más exitosa su misión. Venom nació formando parte de la New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM) y cuando su música llegó a Estados Unidos inspiró a bandas como Slayer, Metallica o Megadeth a seguir una línea extrema en sus composiciones generando Thrash Metal; en Noruega, su música fue la base principal de un movimiento musical, autotitulado Black Metal Noruego, desarrollado durante la década de los 90. Del mismo modo son precursores importantes del Death Metal.
Venom le dio a la sociedad lo que ésta buscaba: una banda que adoraba al diablo en escena. Durante toda su historia el rock ha sido calificado como música diabólica por los sectores conservadores de la sociedad, pero esto nunca ha sido abiertamente cierto.
Las bandas en general nunca se autoproclamaron aliados del infierno (de hecho se autoproclamaban lo contrario) hasta que apareció Venom, que directamente utilizaba el simbolismo infernal como un elemento positivo, Mientras otros decían “ten miedo del poder de la oscuridad”, Venom decía “Nosotros somos el Diablo, sé nuestro amigo”. Su primer disco está plagado de una temática sobre alianzas con el diablo y su poder, expuesta principalmente en las canciones Sons of Satan, Welcome to Hell e In League With Satan.
La crítica los discriminaba y decía que no sabían tocar sus instrumentos pero la opinión de los críticos Era algo que los tenía sin cuidado. Venom ya tenía una audiencia bien establecida que estaba creciendo y defendía su ruido demoníaco, aquél que conquista un segmento del mercado tiene ganada gran parte de la batalla.
En 1982 lanzan el disco Black Metal, un disco histórico que años después serviría para dar nombre a una nueva variante del metal y que marcó una pauta a seguir en el metal extremo, entre los temas más interesantes encontramos “Black Metal”, “Countess Bathory”, “Teacher’s Pet” y “Don’t Burn the Witch”. La letra (resultado de una imaginación sucia) continúa teniendo una temática extremadamente oscura y sexual, con referencias a la historia universal y la literatura.
La producción del disco es mejor que en el disco anterior y los riffs son más concretos. Una obra maestra carente de maestría, un disco sucio hecho por manos poco virtuosas, indispensable en la historia del metal extremo precisamente por ser tan sucio como quiso ser. Incluso la escena del metal comercial del momento y la crítica que tanto los odiaba tuvieron que voltear y contemplar lo que Venom acababa de hacer.
Eran la última innovación de la música de terror y la pirotecnia. Venom provocaba que incluso los propios admiradores se asustaran y reflexionaran si estaban haciendo algo malo al comprar uno de sus discos.
Hoy en día no existe ese problema, pues han sido superados por sus discípulos a lo largo del tiempo. Ver una grabación de los ochenta estelarizada por Venom ya no tiene el mismo efecto que tuvo en su momento.
Los miedos sociales cambian con el paso del tiempo, evolucionan con la sociedad y, aunque la época de terror sea recordada con respeto, llegará el día en que la figura aterradora será asimilada por la sociedad y perderá el efecto que llegó a causar.
El siguiente disco “At War with Satan” fue elaborado con mayor precisión técnica y fue lanzado en 1983. Todo mundo estaba sorprendido, nadie esperaba que Venom pudiera componer un álbum conceptual, lo cual fue una reacción estúpida, pues no se necesita ser un genio para hacer un disco conceptual, cualquier persona con iniciativa puede hacerlo.
La primera canción lleva el título del álbum, una explosión de poderosos riffs y lírica satanista que dura 20 minutos, una de las creaciones más geniales de Venom, posiblemente la primera canción de larga duración del metal extremo.
El tema del disco es la guerra entre el cielo y el infierno y sus creadores dicen que el título En Guerra con Satán puede interpretarse de dos modos que dependen totalmente del punto de vista de quien lo escucha, uno es ir a la guerra del lado de Satán y el segundo es ir a la guerra contra Satán.
El último tema “Aaaaaaarrghh” es exactamente lo opuesto al primer tema, es un experimento de 2:22 minutos donde predominan los sonidos guturales y el ruido.
El primer disco era una compilación de demos arreglada para presentarse como un Full Length Album, el segundo fue un clásico demoledor y el tercero es épico y poderoso.
La banda se volvió increíblemente importante y al mismo tiempo, gracias a su imagen no convencional, logró esquivar la popularidad decadente del mainstreem. Legendarios sí, comerciales no.
Cuando su gira llegó a Estados Unidos, la audiencia metalera americana recibió a los británicos como héroes y Slayer ejerció el papel de telonero en los shows. América los trató de un modo que ningún país de Europa hizo nunca y les mostró el rumbo que estaba tomando el metal. El objetivo inicial de Venom se cumplía mientras el metal americano se tornaba más extremo.
Desde el comienzo juraron no dar conciertos en el Reino Unido hasta tener organizado un concierto masivo. Esto ocurrió en 1984, el debut de Venom en Inglaterra como banda en directo en el Hammersmith Odeon en Londres con el lugar repleto.
La decadencia llegó por fin en 1985 con el album “Possesed”. Los seguidores no recibieron el disco con agrado y la unidad del grupo estaba en problemas, había desacuerdos respecto a la música.
Mantas había perdido el interés en la banda y finalmente terminó por abandonar Venom para iniciar su carrera como solista. En su reemplazo Cronos y Abbadon contrataron a dos guitarristas, uno americano, Mike Hickey y uno británico, Jim Clare.
En 1987 Venom lanza el “Calm Before the Storm”, para esta época la escena del metal extremo que habían contaminado con su influencia se había desarrollado a otro nivel.
El nuevo disco no tuvo el impacto que Cronos y Abbadon hubieran esperado. Entonces Cronos decide crear un proyecto alterno a Venom. Al suceder esto Abbadon y Mantas se reúnen y rescatan el nombre de Venom para realizar un nuevo disco llamado “Prime Evil”, lanzado al mercado en 1989.
A partir de aquí hay muchos cambios en la alineación de la banda, basta decir que en algún momento Cronos regresó y es el único de los miembros fundadores que continua en Venom hasta el momento. Este nuevo Venom tan inestable ha dejado una lista de álbumes que a pesar de no ser tan impactantes como sus tres primeras creaciones, son extremadamente respetables: “Temples of Ice” (1991), “The Waste Lands” (1992), “Cast in Stone” (1997), “Resurrection” (2000), “Metal Black” (2006) y “Hell” (2008).
Su nombre y leyenda han crecido y sido alimentados de manera insaciable con los años. Bandas del calibre de Metallica y Slayer han mencionado la importancia del legado de Venom, cientos de bandas están en deuda con la creatividad de Cronos, Mantas y Abbadon. El regreso esperadísimo de Venom al mercado discográfico se ha dado con esta nueva obra y constituye una de las más grandes esperanzas de sus fans que anhelan algo nuevo de una banda incendiaria y polémica, lo mismo que importante en la historia de rock y por supuesto del metal mundial.
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