Por: Risso Alberto
En exactamente 9 días, concretamente el próximo 22 de agosto se cumplen 40 años del álbum homónimo de ABBA -conformado por Björn, Benny, Agnetha y Anni-Frid-, ABBA, contiene auténticos hitazos como Waterloo, I Do, I Do, I Do, I Do, I Do, S.O.S y Mamma Mia. Se dice pronto, pero fue el lanzamiento internacional del que, a día de hoy, sigue siendo el grupo más exitoso de la historia del pop.
Una de sus presentaciones mas recordadas, es , sin duda la ocurrida el 6 de abril de 1975 en el Festival Eurovisión, donde arrasaron con Waterloo. Era la primera vez que Suecia ganaba el certamen y lo hacía por todo lo alto, con un grupo que pondría el nombre del país en la escena global para pasar de ser un lugar de experimentación de productos musicales a convertirse en el lugar de producción musical por excelencia.
La sociedad sueca era ya, en aquel momento, una sociedad culturizada musicalmente y una victoria como esa suponía un impulso al propio ego, un impulso al sentimiento de “yo puedo hacer algo así, no importa el lugar del que vengo ni el lugar al que quiero ir”.
Son muchas las voces que quieren que se deje de mantener a ABBA como la cima de la música del país ya que, en muchas ocasiones, se suele pensar en el pop del grupo cuando se habla sobre música sueca. Nada más lejos de la realidad. Suecia ha demostrado que no sólo sabe crear grandes hits pop, sino que también tiene una creciente industria indie, rock, metal y un muy largo etcetera
Desligar a Suecia de ABBA es impensable, ellos marcaron el inicio de lo que el país es a la música. Más de 400 millones de discos vendidos en todo el mundo con grandes éxitos tan conocidos como Dancing Queen, Mamma Mia, Super Trouper y especialmente The Winner Takes It All. Sólo el último disco del grupo, The Visitors, logró entrar en las listas de popularidad de 20 países de todo el mundo.
¿Y después de todo eso? Más fans, más ediciones deluxe de sus trabajos, un museo propio, celebraciones y un grupo que no ha vuelto a reunirse ante las cámaras, quizás por aquello de mantener la magia y que el mito siga intacto.
Es cierto que, por ahora, nadie ha logrado lo que el famoso cuarteto sueco. Los medios de comunicación de medio mundo siguen haciéndo eco de cada una de las fiestas, de cada una de las presentaciones, de cada uno de los aniversarios de la banda. Siguen rescatando una y otra vez ese vídeo que marcó el primer paso en el camino.
Su música sigue sonando igual de actual que en 1974. Padres, hijos, nietos, todos conocen alguno de sus temas. Pero lo más importante es que ABBA no es historia de la música, porque mientras su musca siga siendo así de atemporal jamas pasara de moda. Como ejemplo tenemos obras de teatro (Mamma Mia!) e inclusive una película estelarizada por Meryl Streep.
Sin un Grammy en su historia, ABBA resultó ser el ganador que se llevo todo y a todos.
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