Por: Redacción/
El Domingo 3 de Febrero en el Teatro Metropólitan a partir de las seis de la tarde se llevará a cabo un enorme encuentro con las mejores agrupaciones que han convertido el boelto y el romanticismo su objetivo en la vida. Porque no se puede pensar en ello sin mencionar en la historia a tres de las agrupaciones más importantes de su género, como es el caso de Los Dandys, Los Panchos y Los Tecolines, que en su larga y fructífera historia han encumbrado el género en todo el mundo. Con su combinación de voces, su interpretación y en la gran mayoría, el famoso requinto, han logrado plasmar un sello inconfundible por el cual México y su música ha logrado trascender generaciones completas. Se ha dicho incluso, que cuando el bolero parece quedar en el olvido, surge alguien que lo reanima y lo vuelve popular otra vez. Otros, simplemente no dejan que se muera como es el caso de estas tres agrupaciones que se han juntado para presentarse bajo el concepto “Bolero de mis amores”, un evento largamente esperado por el público al que no queda de otra más que llegar a disfrutar.
De ésa primera formación que encumbró a los Dandys queda solo el maravilloso e imborrable recuerdo de hombres talentosos que escribieron una página gloriosa para la música popular en México. José Luis Segura Rosas era la primera voz y guitarra dotado con una tesitura inigualable que enamoró a México; Joaquín Ruiz Martínez era la tercera voz, con una escala contra alta que estremeció; Armando Navarro Morales era el requinto y arreglista de todos los temas de Los Dandys ganador de numerosos premios justamente por su facultad de hacer sonar las cuerdas, e incluso nombrado como “El Mejor Requinto de México ejecutado por el Brazo de Oro” en Estados Unidos y México. Se integró a ellos el señor Francisco Escamilla Chávez en la segunda voz y guitarra y por último el enorme Luis Cisneros Alvear o “Guicho Cisneros”, el compositor de cabecera cuyas canciones encumbró a los Dandys a la fama y que los llevó a tener el récord de contar con catálogo en todas las disqueras que existen en México.
La nueva generación de Los Dandys de Armando Navarro está integrada actualmente por Ricardo Armando Navarro, nieto del fundador original y requinto; en la primera voz participa Salvador Ramírez, la segunda voz y guitarra es Javier Nader; tercera voz y bajo Juan Ruiz y finalmente en el requinto Carlos Ruiz, los cuales están listos para confirmar este homenaje de 60 aniversario a su trayectoria, encabezados por Ana María Navarro, representante y propietaria de los derechos del nombre. Ellos tuvieron sus inicios exitosos con “Gema”, un himno indispensable para casi cualquier momento. Formados en 1957 grabaron el tema de Gema y a partir de ése momento comenzó la leyenda, cuando al dejarlo en las radios del D.F. y emprender una gira por el norte del país, regresaron convertidos en auténticos ídolos. A partir de ese momento, un vendaval de reconocimientos y éxitos siguieron a este trío que se ha sabido mantener en el gusto del público por sesenta años.
El 19 de octubre de 1957 se fundan Los Dandys, que son el primer trio-cuarteto, que en el año de 1958 firma su primer contrato con la discográfica RCA Viktor convirtiéndose en un éxito total con ésos doce temas contenidos en su primer placa colocados con el paso del tiempo en joyas de la música mundial, todos ellos de autoría propia: Gema, Tres Regalos, Vuela Paloma, Por Fin y muchos temas más. A pesar de ser el último trío en salir en esa época que estaba dominada por otros ilustres nombres como el de Los Panchos, Los Tecolines, Los Tres Reyes, Los Santos, Los Hermanos Martínez Gil, entre otros, el mundo entero se rindió a sus pies gracias a sus hermosas canciones. Su nueva hegemonía quedó patente cuando el Teatro Lírico registró lleno total el 6 De Septiembre de 1957 y cuando más tarde reciben en 1958 su primer disco de oro por sus altas ventas y un año después se convierten en el grupo mexicano más exitoso en los Estados Unidos. En ése país y como parte de la Caravana Corona su nombre se hace más grande apenas a la par de gente ya consolidada para entonces como Jose Alfredo Jiménez y Lola Beltrán. Su lista de premios, reconocimientos y logros es kilométrica y sin duda sacarán lo mejor de esta rica historia en “Bolero de mis amores” en el Teatro Metropólitan.
Los Tecolines han sido uno de los tríos históricos en México. Su arte, talento y entrega siguen presentes para seguir emprendiendo nuevos y ambiciosos horizontes que mantengan firme el reconocimiento a una trayectoria inobjetable con enormes éxitos que todo mundo conoce y que iniciaron el a segunda mitad de la década de los años cincuenta. Son reconocidos como fieles transmisores de los sentimientos y valores característicos del pueblo de México, con numerosos discos de oro y premios ganados con todo mérito por todo el mundo, sobre todo composiciones de Agustín Lara que son ya un fenómeno de masas. Luego harían lo mismo con temas de Juan Gabriel y Bebu Silvetti, entre otros.
En la trayectoria artística del trío además de los múltiples reconocimientos recibidos que avalan ya seis décadas de trabajo incansable, quedaron formalmente instituídos Los Tecolines como una institución romántica en el género del bolero, y como uno los más grandes tríos de la nación. Más de sesenta años ininterrumpidos de vida artística con más de 500 canciones grabadas para el sello Peerless y Orfeón, con gran aceptación de países como México, Estados Unidos, Centroamérica y Japón, han marcado la diferencia y por ello, el trío Los Tecolines mantienen vigente su legado con numerosas presentaciones que han tomado con toda seriedad los nuevos herederos de un legado que nadie es capaz de cuestionarles.
El Trío Los Panchos se formó en la ciudad de Nueva York en 1944, donde los mexicanos Alfredo Bojalil Gil, mejor conocido como El Güero Gil, y José de Jesús Navarro Moreno, mejor conocido como Chucho Navarro, junto al puertorriqueño Herminio Avilés Negrón, de nombre artístico Hernando Avilés decidieron unir sus talentos e innovar el género de los tríos cantando a tres voces y tres guitarras. Tiempo más tarde, Avilés y Navarro tocaban la guitarra y Gil el requinto de su propia creación. Se iniciaron en el ambiente artístico el 14 de mayo de 1944 al presentarse en el Hispanic Theatre de Nueva York interpretando música ranchera mexicana con gran éxito, lo que pronto los llevó a grabar su primer disco, para el sello Coda, titulado Mexicantos, con siete temas de música mexicana y el bolero “Hasta mañana”, el mismo que les abrió las puertas hacia este género musical con el cual se los identifica en todo el mundo.
Los Panchos ganaron fama internacional con sus boleros románticos, especialmente en América Latina, donde en el comienzo de la segunda parte del siglo XX seguían siendo honrados como uno de los tríos más famosos de todos los tiempos. Vendieron millones de copias de sus discos de 78 RPM y álbumes LP a unos pocos años de su fundación. Las compañías discográficas SEECO y CBS Columbia (hoy parte del consorcio Sony BMG Music Entertainment) les dieron a firmar contratos con los que forjaron su trayectoria. En 1951, cuando Hernando Avilés abandonó el grupo, inmediatamente Gil y Navarro convocaron a una audición a varios aspirantes, la cual ganó el músico y cantante boliviano Raúl Shaw Moreno, quien apenas se iniciaba en el ambiente artístico. Shaw Moreno solo duró unos nueve meses con la agrupación, ya que su voz, más pastosa y fuerte que la de Avilés, no terminó de gustar al público.
Tras esa crisis, Los Panchos continuaron con su carrera marcada por sus siete primeras voces, e intervinieron también aproximadamente en ciencuenta películas a lo largo de su trayectoria. Durante este tiempo, el lugar de primera voz fue ocupado por artistas como los puertorriqueños Julio Rodríguez Reyes y Johnny Albino y el mexicano Enrique Cáceres Méndez, entre otros. En 1964, CBS propuso a los integrantes del trío, entonces conformado por los dos integrantes fundadores y Johnny Albino, el acompañar por primera vez a una voz femenina. Se trataba de la vocalista estadounidense de ascendencia judeoespañola Eydie Gormé, quien tenía varios años de trayectoria discográfica en los Estados Unidos y que recién empezaba a grabar en idioma español. De la colaboración entre Gormé y Los Panchos, además de los músicos acompañantes, nació el álbum Great Love Songs In Spanish (titulado Amor, en español). El éxito de este intento hizo que la CBS los reuniera nuevamente para grabar los álbumes Cuatro Vidas y Blanca Navidad. Vale resaltar, como anécdota, que ante la imposibilidad por los compromisos artísticos de Eydie Gormé de ensayar con el ya famoso trío, Alfredo Gil propuso usar la voz de su propia esposa como base para los arreglos vocales de estos discos.
Hacia 1970, a propuesta de la filial mexicana de CBS Columbia, Los Panchos, con ayuda de la tecnología de audio, fueron convocados a un estudio de grabación para acoplar sus voces y guitarras y los sonidos de mariachis a la voz de Javier Solís en un álbum denominado Dos ídolos cantando juntos, el cual se convirtió en la primera reconstrucción técnica post mórtem de la música de Solís y que no fue desvinculado del género del bolero ranchero. Este álbum precedería a uno dedicado a la música ranchera mexicana. Después de esto, Los Panchos volvieron a colaborar con vocalistas femeninas como acompañantes. Es el caso de los LP grabados junto a la italiana Gigliola Cinquetti y las cantantes argentinas Estela Raval y María Martha Serra Lima, con quienes se cerró esta etapa.
En los años noventa grabaron en España, con Sony Music, los discos Los Panchos Hoy y Los Panchos a su manera, que recibieron discos de oro y de platino. Fueron los últimos discos que grabó el fundador Chucho Navarro, en compañía de Gabi Vargas y de Rafael Basurto. En la segunda década del siglo XXI, Gabi Vargas seguía actuando y grabando por todo el mundo. Después de 49 años de carrera, el Trío Los Panchos ha dejado un legado de aproximadamente 1122 canciones, sin contar grabaciones o transmisiones radiofónicas, presentaciones en TV, además de haber grabado en diferentes idiomas además del español, como inglés, japonés, árabe, tagalo, griego e italiano y de haber incursionado en diversos géneros musicales, como el tango, el country, el vals peruano, el pasillo, el son, la rumba, el mambo, la guaracha, el chachachá, el joropo, el merengue, la clave, la guarania, la galopa, el blues, la cueca y el pasaje venezolano.
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