Por: Melisa Carrillo Rojas
Un día como hoy, pero de hace 36 años, Mark David Chapman disparó cinco veces a John Lennon a fuera de su vivienda en el edificio Dakota, en Nueva York. Un evento que sacudió a millones de personas a lo largo del mundo.
Desde entonces, la leyenda del ex Beatle se ha mantenido viva, diversos músicos y artistas siguen haciendo tributos en su honor, y a pesar de lo mucho que el mundo cree saber de Lennon, el día de hoy queda claro que la gente no entendió o quizás negó el mensaje del compositor.
Vivimos adormecidos en un mundo que Lennon hubiera rechazado completamente, y por si fuera poco, cantamos y creemos que todo seguirá bien.
El fenómeno de The Beatles y la transformación que sufrió Lennon a lo largo de los discos, pueden servir como una analogía de la realidad. En un principio las canciones del grupo eran pegajosas y alegres. Cualquier persona podía sentirse identificada con ellas. Al preguntarle tiempo después sobre esa época, Lennon lo atribuye a la carencia que tenían las letras del sentido de realidad.
A la separación de The Beatles, John admitió que mientras estaba en el grupo y alcanzaban el éxito, estaba tan preocupado por complacer a todo el mundo, que terminó por olvidarse de sí mismo. Se encontraba tan absorbido por la fama que era incapaz de mantener un contacto real.
Cuando llegaron a América y el mundo enloqueció, no podían decir o hacer nada incorrecto. Al preguntarles sobre la guerra debían guardar silencio. Fue entonces cuando comenzó a emborracharse y drogarse para soportar la presión que todo el mundo mantenía sobre él.
A pesar de la ilusión en la que vivía, Lennon seguía leyendo el periódico y recordando la situación inicial en la que él y miles de personas se encontraban. La realidad lo había alcanzado y no podía seguir viviendo en una mentira.
“Obtenerlo todo fue el gran desencanto. Me encontré con que de continuo tenía que complacer a la clase de gente que siempre había odiado de niño. Eso comenzó a regresarme a la realidad. Comencé a darme cuenta que todos estamos oprimidos, y es por eso que quise hacer algo”.
Al día de hoy, cuando nos transportamos de la escuela o el trabajo nos colocamos los audífonos y nos evadimos de todo. Las plataformas digitales de contenido audiovisual y las redes sociales, se han vuelto los lugares en los que nos resguardamos de la realidad.
Sin embargo, este nunca fue el plan de Lennon. A pesar de llevar una vida difícil desde niño, y de actuar de una forma rebelde e irreverente, la persona tímida e insegura que en verdad era sólo intentaba obtener el amor y aceptación que no había tenido.
En 1970, Lennon y Yoko se someten a una terapia Primal con el psicoterapeuta Arthur Janov en Los Ángeles, California. Diseñada para liberar el dolor emocional de la niñez temprana. Poco después sale a la luz “John Lennon/Plastic Ono Band”, considerado uno de los mejores discos de la historia.
Tras la terapia Lennon asume su realidad y la del mundo. Las canciones fluyen de una manera sencilla y sincera. Y al tener armas tan poderosas como son los medios y la música al alcance de la mano, Lennon intentó compartir el sentimiento a lo largo del globo.
“Lo que intento es influir a toda la gente que pueda. A todos aquellos que siguen sojuzgados en el sueño les trato de poner una gran interrogante en la frente. El sueño de los alucinógenos se acabó, es lo que intento decirles.”
Menuda cosa, el mundo sigue sin querer enfrentar su realidad hasta nuestros días. En la canción God, Lennon habla sobre la necesidad de dejar depender de un ser divino, para asumir la responsabilidad que tiene cada uno sobre su vida.
Pero para lograr esto, cada uno debe realizar su propia guerra dentro de su cabeza. Si seguimos viviendo en un mundo de sueños, completamente ajeno a la realidad, nunca podremos imaginar y crear un nuevo mundo juntos.
Lo que realmente hizo grande a la figura de John Lennon, fue su capacidad de transformar todo el dolor que sentía y su asfixiante realidad, en un mensaje claro y urgente para la humanidad.
Love is the answer
Lennon estaría avergonzado de la América que tanto amó y en la que creyó, si pudiera verla ahora. Durante las últimas elecciones presidenciales, fue el discurso de odio y un personaje tan absurdo como peligroso quien ganó la silla presidencial.
En un momento en el que en vez de empujar las barreras y plantar semillas, los muros invaden los países del mundo, separándonos cada vez más.
Un mundo que Lennon imaginaba sin fronteras ni países, sin inútiles guerras, una humanidad trabajando junta por y para el mundo.
“You may say I’m a dreamer
But I’m not the only one
I hope some day you’ll join us
And the world will be as one”
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