Por: Jesús González
“La música nunca puede ser mala, digan lo que digan del rock’n roll.”
Elvis Aaron Presley nació un 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississippi. Hijo de Vernon y Gladys Presley, que tuvo un embarazo de mellizos aunque, Jesse Aaron Presley, su gemelo, murió al nacer, por lo que Elvis creció como hijo único.
Su padre tuvo una serie de trabajos ocasionales, y en 1938 fue condenado a tres años de cárcel por falsificar un cheque de cuatro dólares y pasó menos de un año tras las rejas.
Su familia se mudó a Memphis, Tennessee en 1948, donde se graduó en 1953 en el Humes High School convirtiéndose en el primer miembro de su familia en obtener un diploma de escuela secundaria.
A los diez años cantó por primera vez en público en un concurso regional en el que obtuvo el segundo premio. Un año después, pidió a sus padres una bicicleta, pero eran tan pobres que sólo pudieron comprarle una guitarra de $12,95. De niño no mostró pasión por los estudios, sólo demostraba interés por el béisbol y la música. Disfrutaba del blues, el country y el soul.
En 1953 entró en el estudio de grabación de Sun Records, un modesto sello local, y grabó su primer disco para regalárselo a su madre; le costó cuatro dólares. Sus influencias fueron la música country gospel que escuchaba en la iglesia y los maratones musicales a los que acudía regularmente, así como la música negra de R&B que absorbió en la histórica Beale Street.
Elvis ensayaba junto a el contrabajista Bill Black y el guitarrista Scotty Moore. En 1954 decidieron grabar dos canciones That´s All Right Mama y Blue Moon of Kentucky. Ninguna de las dos alcanzó suficiente repercusión pero su difusión fue suficiente para que Elvis se decidiera a dejar su trabajo e iniciar una carrera como músico profesional.
Al primer disco siguieron otros y también actuaciones en directo. Las melodías que tocaba el trío se basaban en música vaquera. Poseedor de una voz similar a la de cantantes afroamericanos; por ser blanco le abrieron las puertas del sello discográfico RCA, que continúa ostentando los derechos y regalías de las producciones del Elvis.
A finales de 1954 hubo de presentarse ante el juez acusado de dejar embarazada a una de las fundadoras de su primer club de fans pero fue declarado inocente. El empresario Tom Parker, convenció al cantante y a su madre para que aceptasen sus servicios cómo representante y manager. No había terminado 1955 cuando la gigante RCA lo contrató por cuarenta mil dólares y organizó una importante campaña publicitaria entorno a su figura.
A principios de 1956 llegó a Nashville para trabajar con músicos de la ciudad y de esa colaboración nacerían sus primeras canciones de calidad, una de ellas Heartbreak Hotel alcanzaría el número uno de las listas. El mismo año rodó su primera película Love Me Tender de Robert D. Webb, exaltación del mito melódico-erótico que Elvis, a quien sus fans llamaban The Pelvis.
En 1958 marcha a la República Federal Alemana para realizar su servicio militar y explota la imagen del patriota e hijo ejemplar mientras, seguían apareciendo nuevos discos suyos en América que batían todos los récords de venta. Los jóvenes bailaban al ritmo de sus canciones: Im all Shook, up, y Tutti Frutti .
En 1957, desembolsó 102.500 dólares por una de las residencias más famosas del mundo y la segunda casa más visitada de los Estados Unidos, solo después de la Casa Blanca: Graceland, con 18 habitaciones y un espectacular jardín.
Durante los años sesenta, se acostumbró a vivir de sus malas películas instalado en las nubes del éxito. En 1967 se casó con Priscilla Beaulie y al año siguiente tuvo su primera hija, Lisa Marie. En la Navidad de 1968 reaparece en un programa especial de Navidad y se proyecta de nuevo a las superventas.
Elvis grabó más de 600 temas, pero ninguno era de su autoría. Por otra parte, no recibió derechos de autor de los discos que grabó antes de 1973, aunque continuaron vendiéndose millones de copias.
En 1969 volvería a presentarse en vivo y sus conciertos se repitieron año tras año en Las Vegas en un espectáculo de culto al ídolo. En sus últimos años la salud de Elvis se deterioró tras años de dietas rigurosas y píldoras de todas clases; al tiempo quiere ser el emblema de la lucha contra los estupefacientes e incluso, el presidente Nixon desea nombrarlo agente especial antinarcóticos. Necesitaba ingerir veinticinco pastillas al día para mantenerse en pie. Para salir al escenario, se cimbra en apretadísimos corsés que disimulan su obesidad, no sin antes ponerse pañales, ya que en ocasiones pierde el control de sus intestinos.
Sus últimas palabras fueron: “Buenas noches, preciosa”, dirigidas a su tía Delta, cuando ésta le dejaba a su lado un bolso en el que guardaba los tranquilizantes.
Durante la noche del 16 agosto de 1977 Elvis Presley no consigue conciliar el sueño, se levanta y se encierra en el baño con sus píldoras preferidas y un libro escogido al azar de su extensa biblioteca sobre temas esotéricos. Al día siguiente, tras un ataque al corazón, aparece rígido sobre el lecho y el forense dictamina “muerte natural”. Sufría en los últimos meses trastornos en la vista y una gran tensión nerviosa. Tenía cuarenta y dos años, pesaba cien kilogramos y en su organismo se encontraron catorce tipos de drogas peligrosas. Se le enterró en Graceland.
Tres años después se desvelaba la presencia en su sangre de una gran cantidad de barbitúricos, su médico personal fue acusado como el responsable de suministrarle dichos fármacos.
Fue uno de los cantantes estadounidenses más populares del siglo XX. Elvis estuvo nominado a 14 premios Grammy, ganó tres y recibió uno en la categoría a la carrera artística.
Gracias a Presley y a su influencia, por su forma de cantar, de proyectarse en el escenario, logró que jóvenes que lo conocieron en su adolescencia como John Lennon, se enamoraran de la música que el Rey interpretaba, animando a todo aquel que lo escuchaba a colgarse una guitarra y simplemente tocar Rock and Roll, porque eso es Elvis, él es Rock, fue, es y será el Rey.
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