Texto: Montserrat Maldonado / Fotografía: Karen López
Peregrinos originarios de varias partes de la República Mexicana, se reúnen en la Basílica de Guadalupe con motivo de poder festejarle su día a su morenita.
Peregrinaciones identificadas con playeras de distintos colores, devotos entrando al recinto de rodillas, y la imagen de la Virgen de México reproducida en estandartes, estatuillas, camisetas, gorras y manteles, eran algunas de las primeras cosas que se podían apreciar al entrar al recinto.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que resguardaban desde la salida del metro de la Basílica, declararon que a diferencia del año pasado, en el cual asistieron 8 millones 200 mil fieles, este año, se esperan entre nueve a diez millones de fieles visitando la iglesia.
De acuerdo con la familia Zuñiga Vázquez, originarios de Tlaxcala,”la tradición de venir a ver a nuestra Virgencita la hacemos desde hace 12 años. Junto con la peregrinación, en la cual somos aproximadamente como 8o personas, hacemos el recorrido caminando, hacemos dos días en poder llegar a la capital”.
Es con casas de campaña, cobijas e inclusive algunos cartones, con lo que la gente cuenta para pasar la noche. Dos hombres, uno proveniente de Querétaro y el otro de Sinaloa, aseguraron que en este su primer año de asistencia, pasaron su primer noche sin cobijo alguno, “pedíamos a los hermanos que nos dieran una cobija, que nos ayudaran, pero ni nos hicieron caso, hacía mucho frío, pero ya después se nos quitó al recordar que venimos principalmente para demostrar nuestro amor, fe y agradecimiento a la Virgen de Guadalupe…además ya nos brindaron unos cuantos cartones y un par de cobijas”.
Algunos de los asistentes aseguraron que no ha habido desde el día en que llegaron (9 de diciembre), ningún altercado entre las personas que se han quedado a dormir, incluso aseguran que entre los presentes se han hecho amigos, buscan apoyarse en lo que se necesite y lograr pasar un rato agradable.
Con base en palabras del Director médico de los consultorios de la Basílica de Guadalupe, Germán Lemin, lo más grave que se ha presentado son cólicos, dolor de cabeza, cansancio, ampollas, “afortunadamente la gente no ha llegado deshidratada, y eso es bueno porque eso habla de que la gente se viene cuidando durante el trayecto, es más, debo destacar que este año ha sido en el que menos niños hemos atendido, eso demuestra que los padres vienen mejor preparados que en años anteriores”.
Locatel, Profeco, Servicio Médico de la Cruz Roja, Brigada de Rescate Topos de Tlatelolco A.C, fueron algunas de las organizaciones encargadas de salvaguardar el bienestar de los fieles ahí presentes.
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