Por: José Manuel Mota Fernández
Los Steelers de Pitsburgh se convirtieron en los últimos invitados a las finales de conferencia, luego de que derrotaron 18-16 a los Jefes de Kansas City. La defensa de los Acereros, que solamente permitió dos anotaciones y la gran noche de Chris Boswell quien consiguió todos los puntos de los de Pensilvania, fueron los aspectos claves de este partido.
La exhibición de patadas de Chris Boswell comenzó desde el primer episodio, con dos patadas, una para abrir el marcador la cual recorrió 22 yardas tras una ofensiva de cinco minutos y otra más de 38 yardas. A pesar de esto, los Jefes se fueron arriba en el marcador en el primer cuarto con el pase de Alex Smith a Albert Wilson, en el único pase de anotación del partido.
En el segundo cuarto la defensa de los Acereros comenzó con un muro que difícilmente pudieron atravesar los de Kansas City, equipo que se fue en ceros en este episodio, cosa que no hicieron los de Pittsburgh, quienes en dos ofensivas de más de cuatro minutos, lograron sumar seis puntos, que se compusieron de dos goles de campo, uno de 36 y otro de 45 yardas, bien logradas por Boswell.
Para el tercer episodio, la defensa de los Acereros fue superada en una ocasión, la cual le dio tres puntos a Kansas, con el gol de campo de Cairo Santos que recorrió 48 yardas, pero para esto, Boswell amplió aún más la ventaja para los Pensilvania, esta vez con la patada de 43 yardas, para poner 15-10 el marcador.
El cuarto cuarto, estuvo lleno de dramatismo y es que los de Kansas estuvieron a punto de empatar el marcador, sin importar que Boswell había conseguido su sexto gol de campo de tres puntos en el partido. Spencer Ware, de los Jefes corrió una yarda y entró a la zona de anotación de los Steelers, para poner las cosas 18-16.
Ubicados en la yarda dos, los locales lograron la conversión de dos puntos, sin embargo, un Holding de sus defensores obligó que la jugada se repitiera 10 yardas atrás, misma que Alex Smith no pudo convertir para igualar el marcador, ya que la defensa de los negriamarillos se interpuso en el pase y antes de que el Ovoide llegara al receptor, la bola fue desviada para cortar la jugada.
Los Patriotas de Nueva Inglaterra son el último obstáculo que hay entre los Acereros y el Super Bowl 51.
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