Por: Ricardo Lara

Después de ganar el Super Bowl LI, los Patriots de Nueva Inglaterra fueron invitados a la Casa Blanca para celebrar la obtención del trofeo Vince Lombardi, sin embargo, seis jugadores de los Pats han declinado la invitación, por lo que el equipo campeón visitará la residencia presidencial incompleto.

El primero en expresarse al respecto fue Martellus Bennet, quien incluso antes del partido ante los Falcons indico: “No apoyo al tipo que ahí vive, “. Después de ganar el encuentro recalcó “Derriben el muro. Amo a México.”

Al ala cerrada se unió uno de los capitanes del equipo campeón, Devin McCourty, que declaró en entrevista con ‘Time’ que no se sentía aceptado en la casa Blanca. “Con el presidente teniendo tantas opiniones y prejuicios tan fuertes, creo que ciertas personas podrían sentirse aceptadas mientras otras no” fue lo que dijo McCourty a la revista.

Dont’a Hightower tampoco asistirá, tal y como lo decidió en 2015 cuando ganaron el SpuerBowl XLIX cuando Barack Obama ocupaba la Casa Blanca. Mientras que Chris Long declaró en redes sociales que su inasistencia se debe a una iniciativa propia y no como parte de un complot contra el presidente Donald Trump.

Por su parte, el corredor Legarrette Blount dijo en conferencia de prensa:” Simplemente no me siento bienvenido en esa casa”. El último en expresar su deseo de no asistir fue el liniero,Alan Branch argumentando problemas familiares.

Es conocida la buena relación entre Tom Brady y el dueño de los Patriotas, Robert Kraft, con el presidente de Estados Unidos, pues estos lo apoyaron durante su candidatura, sin embargo esta situación es muestra de las simpatías y disgustos que Donald Trump puede crear con su polémica forma de gobernar.