Por: Redacción/

A 50 años del fallecimiento de Rafael Osuna ´pelón’, este martes se le rindió un homenaje póstumo en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), el cual estuvo encabezado por sus familiares y el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla Becerra.

Como cada año, en la estatua de Rafael Osuna, es recordado al mejor jugador de tenis que tuvo el país. En la ceremonia se dieron cita sus hermanas Elena y Silvia, otros familiares y autoridades deportivas.

“Hablar de Rafael Osuna es hablar de un mexicano de excepción, que consagró su vida en poner en alto el nombre de México como el mejor tenista que al día de hoy ha dado nuestro país”, dijo Padilla Becerra.

Hace 50 años falleció en un accidente aéreo “que nos privó de la figura y los éxitos que nos tenía acostumbrado Rafael. Él ha dejado un gran vacío en el deporte nacional que hasta hoy, no ha sido posible ocupar en la disciplina del tenis en el ámbito internacional”.

Agregó que sus dotes extraordinarios de deportista se manifestaron desde temprana edad (10 años), ya que en 1948 se convertiría en el campeón nacional más joven de cualquier disciplina en la categoría abierta.

Por su parte, Rafael Belmar Hernández, comentó que a dos meses de su fallecimiento, durante el US Open en 1969 se declaró el 28 de agosto el día de Rafael Osuna, además la Asociación Intercolegial de Tenis, a partir de 1969, en sus Campeonatos Nacionales por primera vez desde sus comienzos en 1981, entrega el Trofeo que lleva el nombre de Rafael Osuna.

En su oportunidad, su sobrino Rafael Belmar Osuna, dijo que el 14 de julio de 1979 es un día especial para el deporte mexicano y especial el tenis, ya que ese día ingreso al Salón de Fama en el tenis internacional Rafael Osuna. “Hasta la fecha no solamente es el único mexicano que ingresó, sino que es el único mexicano que ha sido candidato”.

La ofrenda floral fue colocada a cargo del director del CDOM, Ricardo del Campo, de esta manera los familiares y las autoridades realizaron una guardia de honor y se guardó un minuto de silencio.

Osuna destaco en el deporte blanco con varios triunfos internacionales como un torneo de Grand Slam, así como conquistar en dobles el de Wimbledon en 1960 junto al estadounidense Dennis Ralson, además el Abierto de Estados Unidos en 1962 con su compatriota Antonio Palafox.

Fue el único mexicano en ser clasificado número uno del mundo en 1963, además logró dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de México 68, tanto en singles como en dobles como deporte de exhibición en esa ocasión.