Por: Víctor Cruz/
En una noche llena de colores, música y pirotecnia, el Estadio Nacional y todo Perú le dio la bienvenida a los atletas de los 41 países que pelearán por la gloria en Lima 2019. El contingente mexicano que está compuesto por 543 deportistas fue comandado por Jorge Orozco.
La fiesta dio inicio en punto de las 19:00 horas con un recuento de los Juego Panamericanos que se han desarrollado en la historia, después de que retumbó el himno nacional de Perú en todas las tribunas y con el Nevado Pariacaca de fondo, arrancó el baile, cientos de voluntarios le dieron vida a la ceremonia, contando un poco de la historia del pueblo “Inca”.
No podían faltar los altos mandos, tras presentar a Thomas Bach presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Neven Ilic, presidente de Panam Sports y Martín Vizcarra, presidente del país sudamericano se recitó el poema “El Perú”, en las 49 lenguas, 48 de ellas dialectos del anfitrión, mostrando de esa manera la importancia de su raíces.
Y fue de esta manera que se desarrolló la ceremonia, con los “chasquis” descendiendo del Pariacaca, quienes fueron los mensajeros del pueblo “Inca”en el pasado y después de que hicieron sonar sus Pututus (trompetas hechas con concha) convocando a los países que participarán en Lima, comenzó todo.
Los fuegos pirotécnicos iluminaron el cielo y las luces hicieron lo propio con el escenario, acompañados de las notas de la Zamacueca (canción tradicional) salieron los caballos de paso, quienes se fusionaron con los bailarines al ritmo de la música brindando instantes muy gratos para los espectadores.
Y tras unos gratos instantes, el nevado empezó a iluminarse con las diferentes disciplinas que se desarrollarán a lo largo de los siguientes días, empezaron a marchar los verdaderos protagonistas, los deportistas de todas las naciones.
Y para coronar la noche comenzó el momento más esperado, con un ritual prehispánico protagonizado por el pueblo “Inca” se encendió el fuego Panamericano, el recorrido que inició en Teotihuacán, México lo terminó Cecilia Tait, una leyenda del voleibol Peruano, condecorada con la Medalla Pierre de Coubertin fue la designada de encender la llama en lo más alto del Nevado Paricaca que se convirtió en el Machu Picchu, uno de los lugares más representativos del pueblo sudamericano.
Para cerrar la noche salió a escena el puertorriqueño Luis Fonsi para poner a bailar a los presentes y despedir la noche mágica de Lima 2019.
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