El presidente de la Comisión de Deporte, Pablo Gamboa Miner (PRI), impulsa una iniciativa que plantea promover una cultura de paz en esta disciplina, en todos sus niveles, desde el profesional hasta el amateur, a fin de evitar la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

El legislador destacó que el deporte genera pasión en las personas que acuden a los recintos donde se llevan a cabo las competencias que, en ocasiones, suscitan actos violentos, tanto a nivel de cancha como fuera de ella desvirtuando la esencia armónica del deporte.

Refirió que la violencia y la confrontación en el ámbito deportivo se presentan en todos los niveles de competencia, desde el juego llanero hasta los más importantes eventos a escala mundial, entre jugadores, competidores, entrenadores, auxiliares, directivos, e incluso, miembros de la prensa.

Recordó que algunas contiendas deportivas han sido “verdaderos caldos de cultivo para la aparición de la violencia”, contrario a lo que debiera ser, pues estas disciplinas actúan como un agente que promueve los buenos hábitos, el respeto y la tolerancia.

Ante esta situación, el priista asegura que reformar los artículos 2, 30 y 140 de la Ley General de Cultura Física y Deporte, permitiría establecer, como principio en el ejercicio del deporte, el fomento de actitudes solidarias, y propiciar la cultura de paz.

El objetivo es que todos los actores involucrados en las disciplinas físicas acaten, como imperativo categórico, el respeto a las actitudes y los comportamientos que generen la convivencia pacífica y armónica.

La iniciativa suscrita por los diputados Fidel Kuri Grajales y Rafael Yerena Zambrano, del PRI, busca además facultar a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) para que defina lineamientos que promocionen la paz en las disciplinas deportivas y complementen acciones tendentes a prevenir la violencia.

Se establece incluir el fomento de la cultura de paz dentro de las atribuciones de la comisión especial contra la violencia en el deporte, en razón de que es el organismo especializado para prevenirla, ya que este concepto actúa como una herramienta idónea para lograr su erradicación en todas sus manifestaciones.

Los diputados coincidieron en que si bien “la paz es responsabilidad de todos, la paz la hacemos todos, pero también, la cultura de paz es una responsabilidad de Estado”; por ello, se deben generar los mecanismos necesarios para promover su fortalecimiento en todos los ámbitos, incluyendo al deporte.

El deporte puede generar una herramienta para la reconciliación social y humanitaria y, además de ser un elemento potencial para procesar y alcanzar una cultura de paz, funge como factor importante para contribuir a un cambio social.

Afirmaron que los deportes son un factor de convivencia social y un sano desarrollo de las relaciones sociales, al fortalecer la cooperación, la solidaridad y la cohesión familiar.