Por: Redacción/
Roce, contacto, enfrentamiento directo con un rival, alta exigencia, desgaste y peso específico competitivo, con excepción de esgrima, son algunas de las características principales de disciplinas con tantos practicantes, público y demanda como taekwondo, lucha, judo, box, karate, esgrima, entre otros.
Claro está que los deportistas y sus contrincantes directos, sobre todo en Alto Rendimiento, representan una gran prueba y dificultad; sin embargo existen ocasiones donde los entrenamientos de máxima exigencia, el acondicionamiento físico, trabajo psicológico y la planeación nutricional se convierten en complicados rivales a vencer.
Al tratarse de deportes que exigen peso competitivo, el rol de la nutrición en el atleta juega un papel de vital importancia, como lo mencionó Israel Ríos, Coordinador del Área de Nutrición del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).
“En este tipo de disciplinas el plan nutricional es muy específico, ya que cada una tiene un reglamento determinado. Por tanto no existe un programa de alimentación único para cada deporte; es necesario individualizar el plan a cada atleta por deporte y por división de peso “, aseguró el especialista.
Apuntó que el proceso para alcanzar un peso competitivo requiere de altos cuidados y responsabilidad, puesto que el llevar al mínimo nivel la grasa en el cuerpo o el ganar masa muscular, depende el caso, tienen una estructura de alimentación diferente, ya sea dieta hipocalórica o dieta hipercalórica.
Dieta hipocalórica: se consumen menos calorías de las que el atleta gasta para que el cuerpo busque en la grasa/tejido adiposo la reserva energética.
Dieta hipercalórica: con el fin de tener una ganancia muscular, la dieta se basará en rebasar la cantidad energética que el cuerpo necesita.
Calificó como un punto crítico nutricional algunos métodos aplicados para llevar al atleta al máximo de peso, ya que existen varios riesgos e incluso se puede poner en riesgo la vida del deportista.
Mareos, fatiga, lesiones por movimientos incorrectos, somnolencia y principalmente golpes de calor son algunos de los peligros que conlleva una incorrecta programación alimenticia y de pérdida de peso.
“El golpe de calor es cuando el cuerpo supera la temperatura de los 37 grados, y éste ya no es compatible con la vida en este punto. La deficiencia de líquidos, uso de plásticos y de sauna son medios que no deberían estarse aplicando en un tema tan delicado como el descenso de peso”, puntualizó Ríos.
Aseguró que el rol del nutriólogo es de vital importancia y requiere de una gran responsabilidad, ya que es el encargado de la dosificación en el descenso de peso, el consumo de hidratos de carbono, proteínas y líquidos para lograr el peso necesario. Asimismo, destacó el compromiso y obligación que tiene el deportista en cumplir los procesos que le sean asignados.
“Todo deportista de combate tiene que estar asesorado por un nutriólogo deportivo que conozca este tipo de deportes, ya que no todos los especialistas dominan las características, especialmente en categorías de Cadetes y Juveniles al tratarse de atletas que se encuentran en un proceso de desarrollo y crecimiento”, recomendó.
En el CNAR se cuenta con un equipo de nutriólogos que se encargan y son especializados en cada una de las disciplinas con las que se cuentan en el centro, por lo que cada atleta tiene un programa de alimentación individualizado.
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