Por: Ramón Aguilera
Los Tuzos consiguieron su sexto título en el futbol mexicano, revalidaron su condición como uno de los equipos más exitosos de nuestro país y, de paso, reafirmaron una vieja condición que hicieron válida hace más de 10 años: ser el verdugo regiomontano.
De sus seis capítulos como monarca en México, Pachuca ha levantado el trofeo en tres ocasiones en Monterrey, pues venció a los Tigres en un par de finales en ‘El Volcán’ y este domingo culminó la obra en el BBVA Bancomer al derrotar en el global a los Rayados y alzarse con una nueva estrella.
Por si fuera poco, en sus tres visitas a suelo regiomontano jamás fue favorito, ni cerca, y lucía como la víctima perfecta para la fiesta en Nuevo León; sin embargo, el cuadro hidalguense dejó ‘la champaña servida’ y salió con la mano en alto.
Fue en el lejano Invierno 2001 cuando los Tuzos consiguieron su segundo campeonato. Vencieron 2-0 en la Ida a los Tigres, que con un equipazo tenían la mesa y la fiesta servida en ‘El Volcán’ pero se quedaron cortos. A pesar que los locales se fueron al frente y parecía la gloria, Walter Silvani silenció a los presentes con una obra de arte de media cancha para poner el 1-1 definitivo.
Sólo bastaron dos años para que los felinos tuvieran su revancha, sin embargo, la historia fue igual. Pachuca venció 3-1 en el duelo de Ida y selló la serie, pues en la Vuelta mantuvieron el cero y en los minutos finales Andrés Silvera marcó el descuento para el insuficiente 1-0, que significó el tercer campeonato ‘tuzo’.
La noche del domingo, el equipo de Jesús Martínez volvió a encumbrarse en Monterrey, al empatar agónicamente a los Rayados y vencerlos en el marcador global. Así, demostraron, una vez más, que son el verdugo regiomontano.
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