Por: César Cuervo
La máxima potencia futbolística ganó el único título que le faltaba a sus vitrinas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Brasil se colgó su primera medalla de oro al derrotar a Alemania en penales (5-4) tras un empate 1-1 en los 120 minutos de tiempo regular más prórroga que los catapultaron a la gloria del olimpismo. Neymar fue el encargado de anotar el penal decisivo para cerrar la victoria después de una falla en el quinto penal teutón por parte de Nils Petersen.
El arquero brasileño Weberton, que llegó como reemplazo para esta justa veraniega, se sublimó como el héroe para los cariocas al atajarle el penal a Nils Petersen en lo que fue la jugada que a la postre le otorgó el título a Brasil. Después de la gran atajada del arquero, Neymar cobró de gran forma su pena máxima para darle el único logro que le faltaba a la Verdeamarela. Por los locales también anotaron Renato Augusto, Marquinhos, Rafinha y Luan en la tanda de penaltis.
Justo a la mitad de la primera parte, los locales se habían adelantado en el marcador gracias a un verdadero golazo regalado por Neymar Jr. El astro del Barcelona aprovechó una falta cometida por los rivales cerca de su propia área para cobrar un tiro libre de forma magistral con la parte interna del pie derecho, su disparo se elevó y bajó preciso para entrar en el ángulo después de rebotar en el travesaño. Con esta anotación al minuto 27, Neymar llegó a los cuatro goles en seis encuentros de los Olímpicos, además de tres asistencias a su cuenta.
Posteriormente, en el inicio de la parte complementaria, los teutones empataron las acciones del partido debido a que adelantaron líneas y Maximilian Meier aprovechó una oportunidad que tuvo en el minuto 59. El lateral derecho Jeremy Toljan desbordó por la banda derecha y sacó una diagonal matona justo al manchón penal para la llegada de Meier, quien remató cruzado de pierna derecha para igualar los cartones. Antes, todavía en la primera mitad, los alemanes ya habían avisado con un testarazo al travesaño por parte de Sven Bender después de un tiro de castigo ejecutado por Julian Brandt.
Con esta victoria, Brasil consiguió su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos y lo hizo en su casa.
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