Por: José Manuel Mota Fernández/
Cruz Azul sigue con paso invicto en el presente Apertura 2018, luego de derrotar 1-0 a los Diablos Rojos de Toluca que no vivieron un gran momento en el Estadio Azteca, pues más allá del resultado, sufrieron las lesiones de dos de sus jugadores apenas en el primer tiempo.
Con el recuerdo de aquel lejano torneo de Invierno de 1998, Toluca se metió al Estadio Azteca para intentar romper, una vez más, la buena racha de la Máquina Cementera de la Cruz Azul, quienes suman 13 de 15 puntos que se han disputado hasta este momento.
Pero más allá de que los Diablos pudieran incomodar a los locales, el transcurso del juego se fue inclinando poco a poco a favor de los celestes y estos, no desaprovecharon la oportunidad para poder irse al descanso con la victoria, además de ver cómo los choriceros se iban disminuyendo.
Primero, Iván Marcone se tendió con una barrida sobre Antonio Ríos y, después de sacar el balón, logró hacer contacto con el pie de Antonio Ríos, quien no pudo continuar en el partido por la molestia que esto le provocó y, apenas al minuto 26, tuvo que ser sustituido.
Solamente pasaron seis minutos, para que Alfredo Talavera, quien no la ha tenido fácil este torneo, falló al intentar quedarse con un tiro de media distancia y dejó completamente solo a Martín Cauteruccio para que este mandara la bola al fondo de la portería choricera.
No todo terminó ahí, pues dentro de la recta final del partido, al minuto 40, Enrique Triverio se sintió de la cara posterior de la pantorrilla derecha y esto, lo obligó a convertirse en el segundo cambio forzado de los mexiquenses, quienes ya se notaban disminuidos futbolísticamente hablando.
El complemento cambió ligeramente a favor de los visitantes, luego de pocos minutos de apremio, pudieron ponerse en la zona alta y, en los pies de William Da Silva, encontraron la jugada que generó preocupación en la meta cementera, pues después de quitarse a dos sacó un derechazo que se fue apenas por encima del marco enemigo.
Los minutos transcurrieron y los Diablos, que cada vez iban perdiendo más dominio de las acciones, así como profundidad en la ofensiva, optaron por entregar ligeramente la bola para apostar al contragolpe y así, buscar los espacios que le dieran la posibilidad de igualar el marcador.
Pero todos sus intentos carecieron de eficacia e impacto, ya que todos ellos fueron controlados por la zaga cementera o bien, con pases largos que no pudieron encontrar a un compañero para escurrirse por la línea de fondo o bien, terminar en las manos del portero cementero y así sucesivamente hasta que se cumplieron los 90 minutos reglamentarios.
El próximo partido d elos celestes será el domingo en contra de Santos Laguna.
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