Por: Alexis García
En duelo crucial rumbo a los playoffs, los Bengalíes de Cincinnati llevaron al límite a los Broncos de Denver, forzando un periodo extra en el cual, siguiendo la costumbre de la temporada, la defensa del dos veces campeones de SuperBowl sacó el juego, imponiéndose 17-20 a los de Ohio.
Tras haber perdido dos semanas consecutivas ventajas considerables en en sus encuentros, los hombres de Gary Kubiak aprendieron la lección, siendo esta vez ellos quienes realizaran los mejores ajustes al descanso para terminar por imponerse a sus rivales.
Con una enorme presión en sus hombros, los Broncos recibieron en Mile High a unos Bengalíes que deseaban tener, por primera vez en su historia, la ventaja de descansar en la primera semana de postemporada.
El escenario inicial rebasó a un conjunto local displicente a la defensiva y errático al ataque, permitiéndole a AJ McCarron poner catorce puntos de diferencia a principios del segundo cuarto.
El novato egresado de Alabama se mostró tranquilo durante sus primeras series, haciendo efectivas importantes conversiones en tercera y exhibiendo a la mejor defensiva de la liga: 170 yardas, más de quince minutos en posesión del ovoide y dos anotaciones sumó Cincinnati en sus primeros dos drives, silenciando por completo el Sports Authority Field.
Sin embargo cuando los Bengalíes se disponían a poner tres posesiones de ventaja, Mike Nugent erró su patada, y además de dejar sin puntos a los suyos, abrió las puertas para una ofensiva rápida de Brock Osweiler descontara tres puntos antes de la primera mitad.
La falla de Nugent dio nueva vida a Denver que a través de ofensiva en serie, capitalizó su primer oportunidad en la reanudación del encuentro, marchando 81 yardas para anotar su primer touchdown en la última media hora de un partido en tres juegos.
Las defensas se cerraron entonces, limitando a tres puntos a sus rivales en lo que resto de juego.
Con el reloj en ceros, los Broncos tuvieron su última oportunidad en pies de Brando McManus, sin embargo éste terminó por conectar un calcetinazo que obligó al tiempo extra.
En overtime, Osweiler volvió a tomar los espacios que regalaba la defensa, moviendo en una y otra vez las cadenas para darle una nueva oportunidad a McManus de poner la ventaja para Denver, en esta ocasión el pateador de segundo año no falló, y puso el juego en manos de la defensa.
Ya con la presión del juego en su brazo McCarron sacó a relucir la inexperiencia, y dos jugadas después perdió de vista un centro que finalizó en las manos de DeMarcus Ware. El linebacker probowl se alzó con el balón que significaba el pase de los Broncos a playoffs.
Denver llegará con la obligación de ganar a San Diego en su último partido para asegurar la división, además de que una victoria de ellos, aunada a un descalabro de Nueva Inglaterra, le daría a los de Colorado el sembrado número uno.
Por su parte Cincinnati tendría que esperar una derrota de los Broncos, si es que desea aspirar a recibir el juego divisional de la Americana.
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