Por: Redacción/

Los grandes árboles esconden una maravillosa vista de Mihara. Es como un enorme cuadro pintado por el mejor artista de esta ciudad que dejó en cada pincelada el toque enigmático de cada rincón. Su gente, sus costumbres, pero sobre todo, su vista maravillosa es lo que cautiva cuando se camina por sus calles hasta llegar a la cima del Parque Nacional en el Monte Fudekage, donde un pequeño observatorio espera para ver los mejores paisajes con una puesta de sol.

El Monte Fudekage está ubicado a más de 300 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los mejores lugares para el senderismo, donde al final la recompensa es tener una maravillosa imagen llena de naturaleza bañada por el inmenso mar, acompañada de las islas que resguardan cada instante de este paisaje.

La ciudad de Mihara, que pertenece a la Prefectura de Hiroshima, también cuenta con otros lugares emblemáticos como el Templo Buttsuji, el cual fue fundado en 1397 y que es utilizado para la formación del budismo.

Para llegar a la cima, es necesario cruzar un puente que  está resguardado por una fila de árboles, que en otoño dejan caer sus hojas de diversos tonos rojizos que cubren cada centímetro del trayecto. El lugar está rodeado por espacios religiosos y estatuas de Buda.

Desde una pequeña colina se asoma una Pagoda, un símbolo que atrae los rayos del sol y eso atrapa la espiritualidad.

El camino de cemento marca el paso del día. La sombra de los árboles se asienta por el destello del sol que acompaña cada paso. El arce japonés se desviste lentamente y pintan de colores el piso. Si bien, su elegancia en verano enaltece su figura, en otoño espera cambiar de follaje y cada hoja casi dorada detiene su descenso en el suelo.

Bajo este retrato, Mihara será sede de los pre-campamentos de los ciclistas mexicanos en su camino a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. La instalación deportiva será el Parque Central del Bosque, lugar que ha sido utilizado en Juegos Asiáticos y otros campeonatos nacionales.