Por: José Manuel Mota Fernández/
Más de 21 años han pasado desde ese siete de diciembre de 1997, aquel día en el que Cruz Azul levantó por última vez un título de la ahora llamada Liga MX. Desde ese momento los atacó un mal que con el paso de los años adquirió el nombre del “subcampeonísimo” y con él, llegó el término “cruzazulear”.
Y es que en el inicio de estas dos décadas de escasos resultados deportivos, existen dos momentos clave que se decidieron de la misma manera, con un antiguo criterio de desempate que se llamaba “gol de oro” y que le daba la victoria al equipo que primero anotaba en los tiempos extra.
El siete de diciembre de 1997, en León, Guanajuato, Carlos Hermosillo, leyenda cementera, le dio el campeonato a los que en ese entonces tenían el rol de visitantes. El partido de los leoneses se fue perdiendo poco a poco y de ir ganando 1-0 en el partido e igualando a uno en el global.
Primero expulsaron a Flavio Davino cuando los celestes acababan de perder a un hombre y después, David Ángel Comizzo, empujó a Hermosillo dentro de su área penal para que Arturo Brizio, a quien acusaron de “vestirse de azul”, señalara la pena máxima que convirtió el jugador que había recibido la falta.
Eran ya los tiempos extra y ese tanto, gracias al Gol de Oro, le dio a los capitalinos su última alegría en el torneo de liga y dos años más adelante, todo comenzó a desmoronarse poco a poco hasta llegar a ser una de las “maldiciones” más grandes que existen en el futbol nacional.
En 1999, Cruz Azul regresó a una final de liga y ahora, en la vuelta, tenía el rol de local y con ello, el favoritismo de los aficionados al futbol. La ida terminó con empate a dos goles desde el Estadio Hidalgo y los 90 minutos regulares de la vuelta cerraron con una igualada a cero goles.
El duelo estaba cerrado, con ligeras aproximaciones en ambas puertas y un ligero dominio a favor de los locales, quienes buscaban así su primer título en su nueva casa. Solamente bastó un minuto y medio del tiempo extra para que el ‘Hueso’ Glaría definiera el marcador. Recibió un centro y con la cadera venció a Óscar Pérez.
Desde ese momento comenzó el desmoronamiento moral de los cementeros, quienes por el momento son parte de la burla de todos los aficionados al futbol y que ahora, a más de 21 años de distancia, intentarán terminar en el estadio que los vio crecer como institución y que por este día es su fortaleza.
El partido comienza a las 18:30, es contra el América y desde la cancha del Estadio Azteca.
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