Por: José Manuel Mota Fernández

Cada vez son más los porteros extranjeros que llegan al futbol mexicano, porteros que con un nivel medio, desplazan a los guardametas mexicanos, quienes tienen que esperar una lesión del titular para poder mostrar su potencial a nivel profesional y esto, afecta también a los arqueros de fuerzas inferiores quienes tienen que esperar aún más, para poder subir al primer equipo.

Generaciones pasadas nos mostraron que el nivel de lo cancerberos mexicanos, puede llegar a sobresalir a nivel mundial. Antonio Carvajal, apodado el ‘Cinco Copas’, debido a que fue el primer jugador de la historia del futbol en disoutar cinco Copas Mundiales, a nivel profesional, es el primer portero de calidad internacional que tuvo nuestro país.

Salvó a los ‘Aztecas’ en repetidas ocasiones, su entrega dentro de la cancha es algo que hasta el momento no se ha podido igualar, al menos no en nuestro país. Conforme fueron pasando los años, los guardianes de los tres palos, mejoraron la técnica de los porteros antiguos y se ganaron un puesto en el combinado tricolor, en ese entonces, no había problemas para seleccionar a los guardametas que defenderían los colores de nuestro país.

Los equipos mexicanos podían confiar en sus porteros, la mayoría de ellos mexicanos, como Jorge Campos, Pablo Larios Iwasaki, Olaf Heredia, Ignacio Calderón, el ‘Zully’ Ledesma entre otros. Ellos eran porteros mexicanos que respondieron en momentos importanes para su equipo y, en algunos casos, con su selección, la portería mexicana seguía blindada.

Tiempo después, la situación no cambió mucho, si bien comenzaron a llegar porteros extranjeros a nuestro futbol, como Hernán Cristane, Miguel Calero y Federico Vilar, los clubes confiaban en el talento nacional. En el 2000, una camada de porteros mexicanos de alto nivel estaba en proceso, camada que defendería el arco de el conjunto ‘Tricolor’ por un buen tiempo.

Oscar ‘Conejo’ Pérez, quien debutó en 1997, asistió a tres mundiales, en 1998 como suplente, en el 2002 como titular y en el 2010, de igual manera, como titular. En el 2002, un portero joven estaba surgiendo, su nombre, Oswaldo Sánchez, quien solo asistió al mundial del 2006 como titular. En esos mismos años, la liga mexicana contaba con una gran calidad bajo los tres palos y es que había porteros de la talla de Sergio Bernal, Adolfo Ríos, quien ya iba de salida, entre otros.

Ahora, la situación ha cambiado completamente, de los 18 equipos que tiene el torneo mexicano, 10 tienen como titular a un portero extranjero y uno tiene a un mexico-americano, quien defiende los colores de Estados Unidos, el caso de William Yarbrough en el León.

De los siete porteros mexicanos que quedan, solamente tres son llamados a Selección, los cuales son Alfredo Talavera, Moises Muñóz y el Campeón Olímpico, José de Jesús Corona, que, además de todo son suplentes, porque el puesto titular, lo ocupa Guillermo Ochoa, quien tiene muy pocos minutos en el futbol del viejo continente, pero con el simple hecho de estar del ‘otro lado del charco’ tiene un lugar asegurado.

Los cinco cancerberos restantes, tienen problemas de edad y una madurez insuficiente para llegar a la Selección Mexicana o bien, son ya muy grandes para regresar. Esta situación se vio reflejada en la pasada Copa América Centenario, que cambió de portero cada partido y que en el encuentro de los cuartos de final, fue penetrada una y otra y otra vez.

Sí, hay porteros de fuerzas inferiores que tienen cualidades, como Raul Gudiño y Gibran Lajud, sin embargo, no pueden dar el brinco de una vez, ya que dejarían la portería de su categoría totalmente descubierta. Gudiño estaba para llegar lejos, pero los movimientos que hizo el Porto, lo dejaron sin posibilidad y bueno, Gibrán Lajud es banca en Tijuana.

Por cierto, los porteros que fueron campeones del mundo sub 17, como Sergio Arias y Richard Sánchez, prácticamente desaparecieron. En el caso de Arias, permanece en ligas inferiores y actualmente defiende los colores del Club Deportivo Tapatío, mientras que Sánchez, dejó al F.C. Dallas y actualmente juega en Tampico Madero, en la división de ascenso.

Es así, como la portería mexicana se va debilitando cada vez más.