Por: José Manuel Mota Fernández/
Criticada y en ocasiones olvidada, con más problemas e incertidumbres que certezas y soluciones, la Liga MX Femenil ha demostrado ser mucho más que eso en poco más de seis meses que ha existido, ya que lo que se ha conseguido con esta competencia, al menos en el tema deportivo, supera ampliamente los obstáculos que se presentan.
Los resultados del trabajo con las mujeres ya comenzaron a reflejarse y qué mejor ejemplo que la clasificación al Mundial Sub-20 del representativo mexicano, que se instaló en la final del torneo al vencer a Canadá en un partido complicado que se definió desde los once pasos.
Se podría pensar que ese es un logro al cual ya nos han acostumbrado y que ahora carece de valor, ya que de las ocho ediciones que se han jugado hasta este momento, solamente se han quedado fuera en una, la que se llevó a cabo en Tailandia en el 2004.
Pero hay algo que muy pocos han podido ver y entender, algo que no se veía en los equipos femeniles de nuestro país desde hace muchos años y que, gracias al poco interés que genera un equipo como este, ha pasado desapercibido desde que se crearon las categorías inferiores del futbol para mujeres.
Vayamos un par de años atrás, a la Copa del Mundo Sub-17 de Jordania 2016, donde México fue eliminado en los cuartos de final del torneo a manos de Venezuela que entre sus filas tenía a Deyna Castellanos, quien actualmente es considerada como una promesa de este deporte.
Más allá del resultado final, los logros del equipo se podían repartir entre dos naciones, a pesar de que el verde, blanco y rojo, imperaba en el uniforme y la bandera que estaban representando. ¿Por qué?, por la gran cantidad de futbolistas que nacieron y se formaron en Estados Unidos, pero que la nacionalidad mexicana, obtenida por diferentes vías, les permitía jugar para el ‘Tri’.
Ese equipo, que ahora juega en la categoría de menos de 20 años, estaba conformado de 21 jugadoras, 10 de ellas pertenecían a equipos de escuelas estadounidenses y el resto salió de equipos amateur en México, que desafortunadamente nadie conoce.
Ahora, para el Premundial de la CONCACAF que se lleva a cabo en Jamaica y que termina el 28 de enero, Christopher Cuellar echó manos de 13 jugadoras que pertenecen a la naciente Liga MX Femenil y de las cuales, tres recibieron su primer llamado a la Selección Mexicana, como lo es Norma Palafox.
Independientemente de eso, se tiene que reconocer el esfuerzo que han hecho los equipos de la primera división para darle un buen trato a las mujeres. Claro que hay mucha desigualdad en el tema de salarios o tratos personales, pero hay que recordar que la liga está en un momento de formación y con esto, ha comenzado a dar resultados deportivos.
Ahorita no se trata del dinero ni del negocio que se pueda generar con este torneo, se trata de impulsar la categoría femenil y lograr, a través del deporte, que se poner a México en lo más alto de un rubro que hasta este momento se mantiene invisible.
El ‘Tri’ Femenil Sub-20 juega la final del Premundial contra Estados Unidos este domingo en punto de las 15:00, tiempo de la Ciudad de México.
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