Por: José Manuel Mota Fernández/
El cambio de playeras en el futbol internacional es un gesto de amabilidad, aceptación y reconocimiento de mucho tiempo atrás, sin embargo, los jugadores de categorías inferiores de la Selección Mexicana son restringidos en este ámbito, ya que los uniformes que utilizan pertenecen únicamente a la Dirección General de Selecciones Nacionales.
Según la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el primer caso se dio en 1931 cuando la Selección Francesa de Futbol le pidió a su similar de Inglaterra que intercambiaran las prendas por una victoria histórica en el Estadio de Colombes, casa del Racing Club de París.
Además de este, hay casos mucho más sonados como en el Mundial de México 1970 cuando el ‘Rey’ Pelé cambió la parte superior de su jersey con Bobby Moore, incluso, hay rumores que el astro brasileño, ante la demanda de intercambios, llevaba más de 20 playeras a cada partido para satisfacer a los rivales.
Este ritual, que anteriormente se veía como una manera de honrar el buen juego de un equipo o jugador en específico, se fue modificando de tal manera que los futbolistas la intercambian con el jugador que tienen más cerca al momento que suena el silbatazo final.
Sin embargo, la historia para los representativos de la Selección Mexicana de fuerzas inferiores es completamente diferente, ya que ellos no tienen el derecho de cambiar sus playeras al término de un partido, por lo que los jugadores del ‘Tri’ que participan en el presente Campeonato Mundial Sub-17 en India, deberán quedarse con las ganas.
De acuerdo con el inciso G (Equipamientos), artículo 50 del Reglamento para Selecciones Nacionales, “está prohibido intercambiar o regalar prendas propiedad de la Dirección General de Selecciones Nacionales” y, en caso de incumplir con esto, deberán pagar de manera íntegra la pieza regalada.
Situación similar a la de los equipos de media categoría en el futbol español, ya que se tiene registro de que los futbolistas tienen que pagar las equipaciones si las regalan, principalmente con Real Betis, equipo de Andrés Guardado y el Rayo Vallecano, donde solía jugar Javier Aquino.
Hay casos inversos que se van a los extremos, ya que hay jugadores de alta gama, por decirlo de alguna manera, que literalmente salen en calzones del terreno de juego, ya que un rival, que no alcanzó a cambiar la playera, se conforma con la parte baja del uniforme.
De igual manera, regalar o intercambiar los “shorts”, está regulado por el reglamento antes mencionado y, al igual que las playeras, deberán ser repuestas en su totalidad por parte de los jugadores que regalen o intercambien dicha parte de la indumentaria.
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