Por: José Manuel Mota Fernández
La Federación Mexicana de Futbol (FMF) continúa pasando por alto los castigos y multas que incluye el Reglamento de Sanciones emitido por ellos el 21 de junio del 2016. Este indica que todo equipo que no registre a sus grupos de animación previo al arranque del torneo, será acreedor a una sanción económica, además de no gozar de ciertos beneficios.
En la pasada jornada siete, cuando Tigres visitó a Veracruz con un marcador favorable para los visitantes, en las tribunas, se presentó una de las peleas más grandes de los últimos años de nuestro futbol. De las dos porras que protagonizaron este acto, solo una estaba credencializada y tenía permiso de acceder al inmueble con tambores para alentar a su equipo, estos son los seguidores del cuadro jarocho.
El pasado lunes 27 de febrero, cuando se dieron a conocer las leves sanciones para el equipo del puerto, Enrique Bonilla dio a conocer que los Libres y Lokos, porra de los de Nuevo León, no están afiliados a la Federación Mexicana de Futbol, lo cual hace acreedor al cuadro regio a una sanción de tres mil UMAs, es decir 240 mil 120 pesos.
Además de eso, este grupo de animación no podría acceder al Estadio Universitario con los instrumentos que utilizan para alentar a su equipo, llámese trompetas y tambores, que son los más destacados de esta porra. Cabe remarcar que son los tambores los únicos que están permitidos por el Reglamento General de Seguridad Estadio Seguro y el Reglamento de Sanciones.
El último registro que se tiene de ellos, se dio en el 2012 cuando la Femexfut le pidió a los Tigres que enlistaran a la ‘Doble L’ con el fin de identificarlos de manera más sencilla. A pesar de que fueron anotados en una lista, este no formó parte de la credencialización que la FMF hace torneo a torneo para tener un poco más de control sobre los grupos de animación.
Este problema tomó fuerza en el 2013 cuando Samuel, que solía ser el líder de este grupo, en conjunto con los integrantes del mismo, rechazaron la credencialización, ya que no la consideraron pareja con relación a las otras porras. Él mismo dijo que esto también se hacía con el fin de que los aficionados independientes a la barra se integraran cuando ellos quisieran.
Esta falta de registro ante el organismo rector del futbol mexicano, todos aquellos que participaron en la riña del pasado 17 de febrero, deberían haber sido sancionados como una asistente más, sin gozar de los privilegios que en ocasiones se le dan a las porras.
Ha habido casos de peleas entre seguidores en las cuales los protagonistas terminan tras las rejas, o bien, con un veto que no les permite reingresar al estadio donde se provocó el altercado. Esto se da principalmente cuando el dispositivo de seguridad es efectivo y logra detener a todos aquellos que le dieron pie a la violencia.
Hasta que la FMF no le exija la credencialización de la barra a los Tigres, los Libres y Lokos podrán seguir alentando a su equipo y, a la más mínima provocación, agrediendo a los grupos de animación rivales, ya saben que las sanciones del reglamento no les van a aplicar ni a ellos, ni “al equipo de sus amores”.
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