Por: Redacción
Tras los pretextos comunes como “no tengo tiempo” o “me la paso trabajando”, las personas se han acostumbrado a no ejercitarse y comer de forma inadecuada; sin saber, le dan la bienvenida a un estilo de vida dañino, el sedentarismo.
Quien lo adopta se caracteriza por la poca o nula actividad física que realiza. En consecuencia, la salud es perjudicada con problemas como la obesidad, enfermedades cardiovasculares e incluso estrés.
El sedentarismo se ha hecho tan popular que se considera inevitable en las grandes ciudades, donde la gente divide su día entre el tráfico, largas horas laborales y los deberes del hogar.
De acuerdo con la última edición del módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF) realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a finales del 2015, 56 por ciento de la población mexicana de 18 años en adelante, que vive en área urbana, es inactiva físicamente. El mismo estudio reveló que quienes alguna vez practicaron actividades físico-deportivas dejaron de hacerlo, en su mayoría, por falta de tiempo y cansancio laboral.
¿REALMENTE ES EL TRABAJO UN IMPEDIMENTO PARA ACTIVARNOS FÍSICAMENTE?
De acuerdo con Mauricio López Paz, nutriólogo del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos y Alto Rendimiento (CNAR), más que causas, existen pretextos para ser una persona sedentaria.
“Nunca es imposible hacer una actividad física; se puede caminar, pasear a tu mascota o evitar estar sentado por demasiado tiempo. Si no se tiene la oportunidad de acudir con un especialista para obtener una dieta personalizada se puede seguir el plato del buen comer y la jarra del buen beber”, detalló López Paz.
UN “PLATO” Y UNA “JARRA” QUE CAMBIARÁN TU VIDA
El esquema llamado el “plato del buen comer” brinda las recomendaciones para una dieta balanceada y promueve la combinación de alimentos nutritivos. Para ello, divide el plato en tres grupos: verduras y frutas, cereales y tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal. Se recomienda incluir al menos un alimento de cada grupo en las tres comidas diarias, así como moderar el consumo de grasas, azúcar y sal.
El otro ejemplar conocido como la “jarra del buen beber” recomienda tomar de 6 a 8 vasos de agua natural a diario, no consumir más de 2 vasos de bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales, no ingerir refresco y beber sólo medio vaso de jugo de fruta, leche entera o bebidas deportivas.
La motivación y organización también son factores importantes para dejar la vida sedentaria. Existen actividades que se pueden realizar entre los compañeros de trabajo como estiramientos, caminata, sentadillas, bailar o incluso un partido de futbol después de laborar.
La actividad física y una buena alimentación optimizan la calidad de vida. Cuando una persona logra este equilibrio su humor mejora, se enfrenta de forma adecuada a situaciones de presión y descansa más a la hora de dormir, lo que provoca despertar temprano sin sentirse cansado.
Expertos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), recomiendan comenzar con hábitos sencillos como reemplazar el uso del automóvil por una bicicleta, tomar 15 minutos para salir de la oficina y caminar, así como evitar el consumo de comida chatarra. Lo importante es decirle no al sedentarismo.
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