• El ganador de cuatro preseas en Juegos Paralímpicos retomó sus entrenamientos en la CONADE; regresó de una estancia de seis meses en Londres.

Por: Redacción/

El medallista de bronce en la división -81 kilogramos, de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, Eduardo Ávila Sánchez, enfrentará un nuevo reto en su competencia más importante del año, el Campeonato Mundial IBSA 2022, que se realizará en Bakú, Azerbaiyán, del 4 al 9 de noviembre, ya que, debido a la reestructuración de la disciplina, le tocará competir en una categoría mayor, la de: hasta 90 kilogramos.

“Hay nuevas reglas, como cada año el reglamento cambia, en mi caso las categorías de -81 kilogramos y 90 se fusionan, ahora tengo que competir en la categoría hasta 90 kilos, tengo que subir aproximadamente siete y ocho kilos, que serán en masa muscular, en fuerza, no puedo ir contra las reglas, así es esto, tengo que adaptarme y a dejar como siempre esfuerzo, sudor y sangre en el tatami por una medalla”, compartió en entrevista con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).

Para prepararse rumbo a la justa mundialista, el medallista de oro en Beijing 2008, bronce en Londres 2012, oro en Río 2016 y bronce en Tokio 2020, retomó sus entrenamientos en Villas Tlalpan de la CONADE, tras una estancia de seis meses, en Londres, Inglaterra, en la que recibió una beca para estudiar inglés.

“Estoy muy contento y no quepo de la felicidad de estar nuevamente en entrenamientos con mi equipo, con la selección nacional de judo convencional, con el profesor Jorge Luis Atencio Ramírez y el profesor Germán Ayala, quienes han sido unos pilares en mi preparación deportiva”, destacó el tetracampeón parapanamericano.

“Físicamente me siento muy bien, me siento fuerte, sano afortunadamente, con las lesiones de siempre de columna, rodilla, el judo cobra ciertas facturas después de 20 años de estar dentro de la selección nacional, pero yo estoy de pie y siempre con el orgullo, las ganas y la decisión de representar a México y siempre dejar una buena imagen positiva de nuestro deporte, de mi deporte y sobre todo de nuestro país”, destacó el ganador del Premio Nacional de Deportes 2014.

Respecto al próximo Mundial, precisó que será importante porque se competirá con las nuevas categorías, y en su caso, empezará a sumar puntos en el ranking internacional.

“En este Mundial se presentarán las nuevas reglas, las nuevas categorías, el judo paralímpico cambió. Todo va a ser nuevo, los parámetros son totalmente diferentes; se fusionaron categorías, se disminuye el número de competidores, pero el nivel aumenta, porque los mejores de cada categoría se fusionan, esto lo hace más competitivo todavía”, explicó.

Resaltó que todavía falta un camino que recorrer antes de pensar en llegar a sus quintos Juegos Paralímpicos, en París 2024.

“Campeonato Nacional, Campeonato Parapanamericano, Juegos Parapanamericanos, Campeonato Mundial, todavía falta bastante para París, estoy concentrado primero en mis competencias, en hacer los puntos y en clasificar, hasta que no esté mi nombre publicado en la clasificación a París 2024 me voy a sentir allá, pero en este momento mi enfoque es hacer los puntos y clasificar”, enfatizó.

El judoca de 36 años rememoró sus sentimientos, al ganar la medalla de bronce en Tokio 2020 (justa que se realizó en 2021), en el Estadio de Artes Marciales de Japón, el histórico Nippon Budokan, lugar donde se creó el judo.

“El judo es un deporte japonés, nació en Tokio, tuve la fortuna de competir en la cuna del judo mundial que es el Budokan, es un orgullo que jamás en mi vida imaginé que yo tuviera la oportunidad de realizar este sueño y creo que es inexplicable poder realizar tu deporte en la ciudad que nació, en el dojo que nació”.

Eduardo Ávila recordó que fue hace 15 años cuando realizó su primera concentración en la CONADE.

“Yo llegué a CONADE en el año 2007 y me acuerdo de que veía las fotos de Ana Guevara, de Belem Guerrero y Soraya Jiménez, colgadas aquí y jamás me imaginé que yo iba a estar en esa posición un día, fueron atletas que yo admiré y sigo admirando, creo que ellas dejaron todo por México”.

Por último, agradeció a todos los que lo han apoyado a lo largo de su carrera deportiva.

“El deporte de alto rendimiento es una carrera de resistencia, los resultados no llegan de un día para otro, es cuestión de meses, de años, para llegar a un pódium nacional o internacional. La familia y los amigos son un apoyo, uno no puede hacerlo solo, siempre necesitamos de alguien que nos ayude a empujarnos cuando ya no podemos, los resultados que yo he tenido no han sido por mí, si pudiera partir la medalla en muchos cachitos, les corresponden a medios, a la fisiatra, a la psicóloga, al entrenador, a los compañeros de equipo, es una medalla que le entregan a una sola persona, pero atrás de eso hay muchas personas más”, puntualizó.