Por: Redacción
El camino de la mujer en el deporte es muy difícil, es un espacio en el que también existe desigualdad de género, advirtió Saraí Ramírez Colina, coordinadora de los programas de actividad física para la salud de la Dirección de Actividades Deportivas de la Universidad Veracruzana (DADUV).
Lo anterior, durante la presentación de la nueva temporada del programa universitario Más allá de la ciencia, transmitido a través de Tele UV, que tuvo lugar el martes 7 de marzo en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI).
“Abordaremos nuevas temáticas, entre ellas la ciencia de la felicidad, porque sabemos que hay una gran cantidad de investigadores que han estudiado lo que hay detrás de las emociones humanas, una de ellas la felicidad”, comentó Yessica Herrera Guzmán, productora del programa.
Detalló que la nueva temporada iniciará en abril y constará de 12 capítulos; en cada uno se expondrá una perspectiva teórica y científica que exponga qué hay detrás de la felicidad.
En dicho evento fueron presentados los dos primeros capítulos: “La felicidad desde la perspectiva de género” y “La felicidad desencadenada por el deporte”.
Con relación a este último, se llevó a cabo el panel “La ciencia de la felicidad: la mujer en el deporte”, en el que también participaron Sara Beatriz Hernández Marcial, medallista nacional en judo, e Israel Nahúm Silvestre Valero, capitán de la Selección de Basquetbol.
Saraí Ramírez señaló que por muchos años la mujer fue relegada y alejada de la cultura, el arte, la política, la educación y el deporte; es una radiografía de la sociedad en la que se vislumbran los avances y problemáticas sociales, por ejemplo, la desigualdad de género.
“La inequidad en el deporte se debe a los estereotipos: el hombre es considerado rudo, viril y fuerte, por lo que encaja bien; mientras que la mujer al ser vista como sumisa, delicada y frágil, no debe practicar deportes, sino servir al hombre y dedicarse al hogar.”
Recordó que la primera participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos fue en 1900, pero sólo en dos disciplinas: tenis y golf, porque reforzaban el estereotipo frágil y delicado.
Lamentó que la desigualdad no haya desparecido y contó que un caso reciente fue el registrado en 2016, cuando la boxeadora Namibia Flores Rodríguez no pudo representar a Cuba en las olimpiadas, porque en su país el boxeo no es un deporte para mujeres.
“En México está el caso de la gimnasta Alexa Moreno, quien fue fuertemente criticado por los mexicanos porque su cuerpo no encaja en el estereotipo físico de las gimnastas. También tenemos los antecedentes de Ana Gabriela Guevara o Soraya Jiménez”.
Recordó que en las recientes olimpiadas celebradas en Brasil, del total de deportistas participantes, el 45 por ciento fueron mujeres, cifra que aumentó con respecto a ediciones anteriores, gracias a las iniciativas apoyadas por las mujeres directivas, quienes representan el 25 por ciento.
“Los logros y avances de las líderes en el deporte representan un gran logro en lo referente a la igualdad de género, significan nuevos caminos y oportunidades para las próximas generaciones.”
En tanto, Sara Beatriz Hernández compartió que su camino y formación como deportista de judo inició a los siete años de edad, desde entonces escuchó comentarios como: “el judo es un deporte sólo para niños” o “mejor práctica ballet o un deporte que no sea tan agresivo”.
Aunque hizo caso omiso y continuó en el judo, cuando estudiaba la primaria nunca comentó que lo practicaba para evitar que sus compañeros la etiquetaran como una niña ruda o como niño, al igual que a sus compañeras que jugaban futbol.
“Cuando entré a la secundaria, nunca dejé que mencionaran los logros que había tenido, así pasaron seis años, reaccioné y me di cuenta de que ya no me importaba lo que dijeran los demás, porque he recibido mucho apoyo y me he esforzado para lograr todos mis objetivos como deportista”.
A pesar de que los comentarios alusivos a que es ruda o una persona de cuidado no han desaparecido, dijo que no les da importancia y lo mismo les aconseja a las niñas que practican judo.
Por último, comentó que en el país las mujeres deportistas reciben poco apoyo.
Israel Nahúm Silvestre Valero, capitán de la Selección de Basquetbol de la UV y estudiante de la Licenciatura en Medicina de la región Orizaba-Córdoba, denunció que vivimos en un país donde sólo hay palabras motivadoras para los hombres, mientras que a las mujeres no se les reconoce sus logros en el deporte.
“Como deportistas pasan por muchos obstáculos y aún así han dado excelentes resultados; gracias a sus esfuerzos se continuará abriendo las puertas a las futuras generaciones”.
La felicidad desde la perspectiva de género
En este evento se presentó el capítulo del programa Más allá de la ciencia, “La ciencia de la felicidad, desde la perspectiva de género”, en el que fue entrevistada María José García Oramas, titular de la Coordinación de la Unidad de Género de la UV.
La funcionaria expuso que una sociedad feliz es aquella donde hay igualdad de género, es decir, no deben existir fronteras entre las conductas de mujeres y hombres.
Asimismo, en el video se dio a conocer que los cambios sociales de las últimas épocas han favorecido las oportunidades para las mujeres: acceso a la educación, control de su fertilidad, mejores trabajos y salarios, entre otros, lo que sugiere un incremento en su felicidad.
Sin embargo, algunos estudios señalan que la tendencia de la felicidad de hombres y mujeres ha cambiado respecto al tiempo. En 1970 la mayoría de las mujeres se consideraban muy felices, mientras que a partir de la década de los noventa incrementó la cantidad de mujeres que dicen ser infelices.
“Algunos sociólogos argumentan que el aumento de las oportunidades laborales para las mujeres sólo ascendió su tiempo total de trabajo, pues continúan siendo responsables del cuidado y mantenimiento de la familia y el hogar.
”Además, parece ser que la decreciente felicidad también está relacionada con el estándar social de perfeccionismo de la mujer contemporánea: al creerse incapaces de cumplir con las marcas socioculturales presentan una alta incidencia de estrés psicosocial.”
Finalmente, en un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía se muestra que no hay diferencias de género en la valoración de la felicidad, pero las mujeres que se consideran infelices, en su mayoría, han recibido maltrato por su condición social, edad y género.
En el evento estuvieron presentes Leticia Rodríguez Audirac, secretaria académica; Rosa Maribel Barradas Landa, titular de la DADUV; María José García Oramas, titular de la Unidad de Género; deportistas y estudiantes.
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