Por: Víctor Cruz/
La llegada del Marqués Juan Antonio Samaranch a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI) generó una de las historias que quedarán escritas con letras de oro en las páginas de los Juegos Olímpicos, el desfile de dos naciones que estaban en guerra. Las dos coreas (la República de Corea y la República Popular Democrática de Corea) marcharon bajo los colores de un país unificado en las justa de Sídney 2000.
El español llegó a ser el titular del COI un día como hoy, pero de 1980, estuvo en el cargo por 21 años y su mandato generó algunos altibajos, pero el evento por lo que será recordado se presentó en la recta final de su estadía como presidente. Emuló la histórica “Tregua Sagrada” que se dio en el año 884 a. C. entre Ifito, Licurgo y Cleístenes quienes en representación de sus países: Elis, Esparta y Pisa, respectivamente, cesaron las hostilidades y participaron en una justa olímpica. Pero esta ocasión los protagonistas fueron los pueblos coreanos.
“Se trata de una gran noticia para el deporte, para la familia Olímpica y para los juegos de Sídney” señaló Samaranch al confirmar que los dos países que habían estado en guerra durante 50 años desfilarían bajo los mismos colores.
Park Jung-Chul, judoca norcoreano y Chung Eun-soon, jugadora surcoreana del equipo de basquetbol, fueron los elegidos de portar la bandera que encabezó el pelotón de 180 atletas que recorrieron el ANZ Stadium, bajo la ovación de todos los presentes.
Esta fue la primera vez que los dos países hicieron esto en unos JJOO. Hay que recordar que la península Coreana fue dividida a lo largo del paralelo 38º, después de que diera fin la Segunda Guerra Mundial en 1945, la parte norte quedó dominada por la Unión Soviética y la sur por los “aliados”, fue hasta 1948 cuando surgieron los dos países: la República de Corea encabezada por Syngman Rhee y la República Popular Democrática de Corea liderada por Kim Il-Sung.
La guerra que inició con la invasión de las tropas de Kim Il-Sung a tierras surcoreanas el 25 de junio de 1950, le arrebató la vida a un aproximado de tres millones de civiles, situación por lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tuvo que intervenir por primera vez en su historia en una pugna bélica.
Después de tres años de conflictos y varios países involucrados, entre los cuales estuvieron Estados Unidos y China, se firmó un armisticio, es decir, cesó el fuego y no declaró a ningún vencedor. Por lo tanto no se llegó a un acuerdo de paz en el momento. Esto convirtió a la zona en una de las más tensas por más de medio siglo.
Hay que destacar que tras la ceremonia de inauguración de Sídney, volvieron a marchar juntas tres veces más, en los JJOO de Atenas 2004 y los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín 2008 y Pyeongchang 2018.
De igual forma cabe señalar que a mediados del 2018, tras 65 años de diferencias, los dos países asiáticos firmaron otro acuerdo, el cual enmarcó una nueva era para las dos coreas, Kim Jogn-Un líder norcoreano y Moon Jae-In presidente surcoreano, plasmaron su rúbrica en un nuevo documento, para que la “paz permanente” llegara a la península.
Por todo esto es importante recordar que el 16 de julio de 1980 llegó a la presidencia del COI un Marqués, que unió por unos instantes a dos pueblos que se habían mantenido en guerra y logró que desfilaran juntos y olvidaran sus conflictos bajo los ojos de millones de espectadores en el mundo y las lágrimas de emoción de decenas de atletas que coronaron la noche inolvidable de Sídney .
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