Por: Redacción /

El futbolista Miguel Ángel Tepal Galindo se convirtió en la figura más destacada para el equipo de Puebla, en la final de futbol 5 para ciegos y débiles visuales, en la que vencieron a San Luis Potosí, en penales, tras cerrar el tiempo reglamentario con empate a 3 goles.

“Estoy muy feliz, esta medalla de oro la buscamos desde hace un año en Acapulco 2016, en esta ocasión lo logramos y estoy muy contento de que se haya dado hoy. En esta final anoté 4 goles en total, 3 en tiempo regular y uno en penales”, compartió el jugador de 17 años, quien sumó 16 anotaciones en su cuenta personal, en Colima 2017.

El joven, quien nació con microftalmos, una anomalía ocular conocida también como “ojo pequeño”, reconoció que durante la final sus sentimientos se alternaban entre la alegría y la frustración, debido a lo cerrado del encuentro.

“Pero al final hubo alegría total para nosotros, creo que el partido fue de un diez de calificación, hubo buen esfuerzo de los dos equipos, ninguno de los dos se rindió y ambos equipos dimos todo”, opinó Miguel Ángel.

“Rumbo al penal me sentí muy nervioso, pasaron muchas cosas por mi cabeza, mi estado, la gente viendo a los lados, mis compañeros de Topos Puebla, que es el equipo de mis amores, pero al final creo que todos están contentos por los goles que anotamos y porque ganamos”, destacó el ahora campeón de Paralimpiada Nacional 2017.

Sobre el trabajo del equipo, el portador del número 2 de la selección de Puebla, reconoció que tuvieron que trabajar mucho, antes de alcanzar los primeros lugares nacionales.

“El año antepasado en Querétaro 2015 terminamos en último lugar, fue algo que nos motivó a entrenar más duro y el año pasado terminamos con plata ante Aguascalientes”, detalló el goleador, quien agradeció a su madre que lo educara con mentalidad de ganador.

Respecto a lo que significa en su vida la máxima justa del deporte adaptado, considerada semillero de talento del país, el futbolista opinó: “La Paralimpiada Nacional me ha dejado muy buenos amigos de otros estados, conocer buenos lugares, como en esta ocasión Colima que es muy hermoso y muchas alegrías”.

El originario de Tlaxcala recordó que inició a los 11 años en la disciplina, por invitación de su primo, quien jugaba con el equipo de Topos Puebla. “Inicié muy chico y nunca lo dejé, se convirtió en mi pasión y en mi amor”.

El medallista de oro explicó que los días de entrenamiento viaja de Tlaxcala a la cancha de la Universidad de Anáhuac, Puebla y aunque el trayecto es largo, lo realiza con gusto.

“Esta medalla se la dedicó a Puebla, al equipo de Topos Puebla y a mi familia, ahora sigue la preparación rumbo al Nacional, que será en septiembre y otra meta es buscar mi lugar en la selección nacional”, concluyó.