Por: José Manuel Mota Fernández/
El 12 de octubre de 1968, a 50 años de distancia, México albergó la inauguración de los Juegos Olímpicos en el Estadio Olímpico Universitario, en una fiesta que pasó a la historia por diferentes elementos, además de que una deportistas “le robó el show” a María Félix, una de las mejores actrices de la época.
Desde que México recibió la sede en 1963, el Comité Organizador comenzó a trabajar a marchas forzadas para llevar a cabo la logística del evento y hacer una de las mejores ceremonias de apertura que se hubieran visto en la historia y para ello, necesitaban un distintivo único.
Esto ya estaba definido, México iba a ser el primer país en la historia en dejar que una mujer encendiera la Llama Olímpica, pero todavía no se había definido quién iba a ser la encargada de subir al pebetero y dar por inaugurada la justa multideportiva más importante del mundo.
Opciones principales había dos, Amalia Hernández, fundadora del Ballet Folklórico de Bellas Artes y ‘La Doña’, la villana de novelas más popular de la época y una de las mejores en la historia del cine mexicano, pues estaba en pleno apogeo en esos momentos.
Sin embargo, cargar la antorcha de dos kilos, no era tarea sencilla, menos si se trataba de recorrer más de 400 metros y subir cerca de 93 escalones desde la pista de tartán hasta el pebetero sin detenerse después de subir al escenario instalado frente al palco presidencial.
Debido a esto, surgió otro nombre, el de una atleta que estaba capacitada para llevar a cabo tan importante misión. Su nombre es Enriqueta Basilio, mejor conocida como ‘Queta’ que actualmente tiene 70 años de edad, y que era velocista, con 20 años y cerca del metro ochenta de estatura.
Ella fue la elegida gracias al Doctor Eduardo Hay, miembro del comité organizador que le dijo a Pedro Ramírez, “Ya tengo tu encargo, ven al CDOM”. En primera instancia, no le “llenó el ojo” a Ramírez Vázquez, pero una vez que recorrió la pista con tuvo en mano la eligió para el evento.
Así fue la llegada de Basilio al día de la apertura, el día que México rompió paradigmas y le dio importancia a dos mujeres: Basilio con la Llama Olímpica y María del Pilar Roldán, quien fue la primera fémina en ser abanderada de su país en la presentación de las delegaciones.
Hoy, a 50 años de este evento, ‘Queta’ volverá a subir al pebetero del Olímpico Universitario y tal y como lo hizo en 1968, encenderá el fuego más preciado en el mundo del deporte.
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