Por: Iudex
Una vez más la violencia llegó a los estadios de la hermosa Liga MX pero eso ya no nos sorprende, de hecho, son cosas que, desafortunadamente, se ven cada fin de semana. Lo más preocupante es como César Arturo Ramos puso en peligro a los jugadores, cuerpo técnico y al gremio arbitral por algo que parecía un capricho.
Por si no lo recuerdan, el marcador entre Jaguares y Santos Laguna iba empatado a dos goles y corría el minuto 92 de 95 que se habían agregado. El central marcó un tiro libre a favor de los chiapanecos y todo empezó, desde una de las cabeceras se metió la gente hasta donde estaba ubicado el balón.
Acto seguido un pseudoaficionado de los Jaguares, ese de la gorrita y que no tiene que está en la foto, prácticamente retó a golpes a los jugadores que estaban cerca e incluso a César Arturo Ramos que llegó a la línea de banda en menos de lo que canta un gallo, igual que Jonathan Orozco y el resto de los futbolistas.
Con los 90 minutos cumplidos, el marcador empatado a dos goles y un tiro libre relativamente lejos de la portería rival, no tenía caso querer reanudar el partido, lo mejor era que los jugadores se retiraran y que dejaran que la policía actuara cómodamente en esta situación, pero las cosas no fueron así.
César Arturo Ramos se fue por el camino menos coherente que se podía, se quedó junto con todos los jugadores y cuerpo técnico dentro de la cancha, como si se tratara de un espectáculo digno de admirar. Los elementos para acabar el partido los tenía, no había garantías de seguridad y el tiempo ya estaba cumplido, pero el dijo 95 y 95 fueron.
Para ponerle la cereza al pastel, luego de 15 minutos aproximadamente que estuvieron platicando todos mientras en una cabecera lastimaban a policías a golpes, se reanudó el juego pero el central puso aún más lejos la bola de donde se tenía que reanudar, lo que acarreó un minutos más de discusión.
Por cierto, a cuatro días de que se presentó esto la Comisión Disciplinaria no se ha pronunciado al respecto y al parecer los actos que dejaron a 26 detenidos no tendrán consecuencias. Al parecer no hay que darle más problemas a la familia López Chargoy que no tiene dinero ni para pagarle a sus jugadores.
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