Por: Iudex/
Últimamente se ha hecho popular una desagradable costumbre en el futbol mexicano que consta en hacer señas obscenas a la tribuna, ante el nulo castigo de los árbitros centrales y la poca importancia que le da la Comisión Disciplinaria a esta situación, pues los castiga únicamente con unos “pesitos”.
En las pasadas jornadas tres y cuatro, se presentaron dos casos similares, obviamente con criterios diferentes por el contexto en el que se dieron. Uno de ellos fue el de Hernán Cristante que le “pintó huevos” a la afición de Atlas, luego de haber sido expulsado por Fernando Guerrero, debido a constantes reclamos y faltas de respeto.
Independientemente de lo que haya sucedido con la tribuna y el jugador de Toluca que recibió el botellazo, Cristante no tiene el poder de insultar a ninguna persona que se encuentre dentro del estadio y menos a un aficionado, pero por fortuna, una de las miles de cámaras que hay en los estadios captó el incidente.
Pero como en el futbol mexicano romper el reglamento es cosa de cada fin de semana, se le aplicó una pena menor, mucho menor a lo estipulado en el Reglamento de Sanciones vigente, ya que de perderse entre uno y tres partidos, además de pagar la multa, solamente se quedó con la sanción económica.
Oye, ¿pero por qué pasa eso?, es muy simple y consta directamente en las cédulas arbitrales. Como el incidente no está reportado en el acta, la Comisión Disciplinaria no puede castigarlo conforme al reglamento – Oye, pero hay pruebas suficientes con los videos y fotos – Sí, pero no están registrados y “no se puede juzgar de la misma manera”.
Ahora vamos con el otro ejemplo, el de Felipe Mora este domingo en el Nemesio Díez en el empate a uno contra Toluca. El sudamericano empató el partido, tomó el balón e hizo una de las clásicas señas, esa en la que le dan a entender que les faltan “huevos”, pero aquí les dejo una foto:
Este tipo de gestos a la tribuna se deberían castigar con partidos de suspensión, no con multitas. Desafortunadamente nos quedamos con dos posibles soluciones: Un mínimo castigo económico o la nula pena de la Comisión Disciplinaria. pic.twitter.com/nwe8i7lGg2
— Iudex (@Iudex_mx) 28 de enero de 2018
Lo que procede en este tipo de acciones es muy sencillo, pues se resume en la tarjeta roja del árbitro que en este caso era Jorge Isaac Rojas, y asentar en el acta que el futbolista fue castigado por insultar al público asistente, que le acarrearía entre uno y tres partidos de suspensión, una sanción económica y mil 500 UMA’s por ser protagonista de un festejo excesivo.
Pero seamos sinceros y comencemos a aceptar la realidad del futbol mexicano. Que expulsen a un jugador por esto NUNCA se va a ver, la aplicación del reglamento en este sentido no aplica, ni aplicará y se ha demostrado a lo largo de los años, como en el Apertura 2017 que se dieron tres casos así y todos se solucionaron con dinero.
Y, ¿Cómo se va a castigar un insulto a la afición si no se castigan los que se les hacen a los árbitros? Por partido mínimo hay una “corte de manga” que no recibe ni una sola tarjeta. Tampoco se castiga cuando los jugadores le dicen “cagón”, “pendejo”, “idiota” u otros bonitos recordatorios a los centrales.
Entonces es tiempo de dejar de pedir que se castigue este tipo de situaciones, no porque no sea necesario, si no porque estamos conscientes de que nuestras peticiones nunca van a ser escuchadas y mucho menos analizadas. Entonces, lo único que queda es aceptar la falta de criterio de la FMF y la Comisión Disciplinaria.
Y por si se lo estaban preguntando: La Disciplinaria no investigará el gesto de Mora a la afición de Toluca, por lo que estará presente en el partido contra Atlas de la jornada cinco.
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