Por: Iudex/
Óscar Macías Romo fue muy criticado por su participación en el partido entre Cruz Azul y Atlas de la pasada jornada en un partido que es sin dudas el más complicado no solo de este partido, si no, de toda la carrera arbitral de la ‘Bala’ durante su paso en la primera división.
El encuentro entre estos dos equipos comenzó sin contratiempos y se mantuvo así hasta el minuto 16 cuando José de Jesús Corona de Cruz Azul y Milton Caraglio de Atlas chocaron cabezas en un balón dividido que dejó al de los rojinegros con una cortada a la altura de la boca y al portero cementero descalabrado.
Segundos después, los jugadores del cuadro rojinegro, principalmente Matías Alustiza se acercaron al central para hacer reclamaciones burdas, porque consideraron que Corona chocó intencionalmente al zaguero atlista para cortar el avance y pidieron la roja; Macías Romo hizo bien al ignorarlos.
Posteriormente, al 29′, más presión cayó sobre el nazareno al expulsar a Omar Mendoza y cometer así el primer error. En la jugada hubo falta de juicio por parte de Óscar Macías porque era una jugada de tarjeta roja directa por ser una plancha a la rodilla de su rival y no de amarilla como se sancionó.
Víctima de la desesperación y la presión de 20 mil 186 personas que había en las tribunas llegó el primer fallo grande al expulsar sin argumentos a Janie Barreiro por un supuesto codazo y al no cobrar un penal a favor de los locales, para alentar aún más los reclamos de jugadores, entrenadores y aficionados.
Cosas así pasan muy seguido en el futbol mexicano y son escenarios excelentes para que los silbantes, que hoy no tienen credibilidad se fajen y demuestre que son aptos de dirigir cualquier partidos que se les ponga en frente y no caigan víctimas de desesperación que los lleve a equivocarse.
A pesar de eso, el resultado que se obtiene siempre es el mismo, nunca son capaces de retomar las riendas de un partido, corregir sus errores y guiarlo a buen puerto, lo único que pasa es que se hacen chiquitos ante la presión de todas las personas que están al rededor de ellos y la concentración se va.
Esto no es para demeritar a Óscar Macías Romo que actualmente es de los mejores silbantes del futbol mexicano, esto es un llamado, nuevamente, a la Comisión de Árbitros para que mejore la preparación de los colegiados, que los hagan tolerantes a la presión y que así lleven un juicio parejo a lo largo de todo el partido.
Además, este problema tiene hoy a México sin representantes en la Copa del Mundo Sub-17, donde la FIFA prefirió llevarse a árbitros de Panamá, Costa Rica, entre otros, porque saben que los ‘Aztecas’ no están al nivel que se acostumbra y que en un abrir y cerrar de ojos pueden echar a perder un partido.
Esperemos que con este “castigo” tengan un poco de autocrítica y analicen bien a los candidatos que tienen para Rusia 2018 (Roberto García Orozco y César Arturo Ramos), porque en una de esas, nos quedamos sin árbitros en la máxima justa futbolística.
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