Por: Iudex/
La eliminación de la Selección de la Copa del Mundo desanimó prácticamente a todo un país, llevó tristeza a cada rincón de la república mexicana y, otra vez, terminó con las esperanzas de millones de mexicanos que volvieron a ilusionarse con la victoria en contra de Alemania y una nueva oportunidad en los octavos de final.
Pero, más allá de todo esto, existe un grupo de mexicano que hasta cierto punto puede agradecer la eliminación del ‘Tri’, tres hombres de negro que ahora tienen aún más posibilidades de avanzar en la competencia y, ¿por qué no?, llegar a la final de Rusia 2018.
Se trata de César Ramos, Marvin Torrentera y Miguel Ángel Hernández, la tripleta de árbitros mexicanos que hasta este momento han desempeñado de muy buena manera su trabajo en el mundial de Rusia, a pesar de la queja de su primera participación en el Brasil contra Suiza por no haber señalado un penal.
Pero, ¿De verdad tienen las cualidades para guiar la final del torneo futbolístico más importante a nivel mundial? Por sorpresivo que parezca la respuesta es sí y es que a lo largo de estos tres partidos que han oficiado, el nivel mostrado es igual que el de los mejores silbantes a nivel internacional.
Entonces sí, ahora sí podemos emocionarnos. Hoy en día podemos presumir que nuestros silbantes superaron los octavos de final, que superaron la barrera psicológica del mentado quinto partido y que lo más seguro es que sean parte de los duelos de cuartos que empiezan este viernes.
Sé que es difícil y sé que muy pocos estarán de acuerdo, pero por primera vez hay que apoyar a los árbitros, a nuestros árbitros que también vivieron un proceso complicado para llegar ahí, a esas tres personas que llegaron a la lista final y que están poniendo el nombre de México en alto.
Sí, el arbitraje en la Liga MX está en una profunda crisis y es muy probable que en el este Apertura 2018 que está por comenzar las cosas sigan igual. Pero Ramos, Torrentera y Hernández ya nos demostraron que tienen lo necesario para seguir abriéndose camino en este torneo.
Con ellos tres vemos un grupo unido, que se entiende y que tiene buena dinámica dentro y fuera del terreno de juego. Con abanderados experimentados y un central con el carácter suficiente para encarar a jugadores como Cristiano Ronaldo y amonestarlo a centímetros de su cara.
No queda más que apoyar y, en lugar de mentarles la madre, hay que sentirse orgullosos porque al menos ellos, ese reducido grupo de mexicanos, pasó con creces su examen en los octavos de final.
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