Por: Iudex/
Luego del tema de los insultos de jugadores a aficionados o árbitros, es necesario que regresemos a uno de los problemas más grandes que hay en el futbol mexicano y que, ante la prohibición, ha ido extendiéndose a lo largo del futbol mexicano, pues desafortunadamente, ya llegó a la Liga MX Femenil.
Se trata del grito de “Puto”, ese que intentaron quitar, castigar, enterrar y desaparecer del futbol mexicano con campañas inútiles como el “Grita México” o “Abrazados por el futbol” que dicho sea de paso, sigue vigente en el balompié ‘Azteca’ pero que nadie pela y que no tiene nada de interesante.
A principio del torneo pasado se dijo que habría tolerancia cero en contra de los aficionados y porras que le gritaran “puto” al portero del equipo rival y que los árbitros iban a tener la posibilidad de aplicar medidas correctivas para intentar terminar y prevenir este desagradable grito.
Recordemos que los árbitros iban a poder lanzar una especie de amenaza al público, después parar el partido por unos minutos o hasta que se corrigiera la conducta e incluso, que iban a poder expulsar al público asistente, sí, literalmente correr a todos los aficionados que se encontraran en el lugar.
Pero como en México impera la ley del más fuerte, el grito siguió y sigue en la famosa Liga MX y, como era de esperarse, las patadas de ahogado, digo, las medidas correctivas de la Federación Mexicana de Futbol se han aplicado un total de cero veces y, como es costumbre en nuestro país, es un tema que ya no se toca.
Lo desagradable de toda esta situación se presentó este fin de semana en el partido entre Santos Laguna y las Chivas de Guadalajara pero en la Liga MX Femenil, cuando a los seguidores del cuadro lagunero se les hizo chistoso o inteligente gritarle “Puta” a Bianca Felix, portero del chiverío.
No se trata de magnificar esta situación por el hecho tratarse de una mujer, porque a final de cuentas la ofensa es la misma para ambos sexos, si no de reflejar la incompetencia de la Federación Mexicana de Futbol, que no ha podido poner un castigo suficientemente fuerte para parar esta situación.
Si tanto es el afán de FIFA y la FMF por detener los gritos de “puto”, dejen a un lado el tema de los árbitros, porque si estos no son capaces de enfocarse en su trabajo, menos de detener un partido por algo así y, mucho menos, tomar tiempo de la transmisión para sacar al público asistente.
En esos momentos es cuando tendría que aparecer el famoso Comisionado, que prácticamente nadie sabe lo que hace. Que tome nota, pase el reporte a la Comisión Disciplinaria y que estos, en lugar de pelearse por expulsiones tontas con otros clubes, que se concentren en temas como este, que le están costando dinero y mucho, a la FMF.
Pero no hay que emocionarnos, porque ya sabemos que no va a pasar absolutamente nada, o al menos no hasta que la FIFA vete alguno de los estadios del futbol mexicano.
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